La educación es el eje fundamental para modificar patrones de discriminación hacia la mujer, por lo que la capacitación y formación deben ser dirigidas particularmente a los hombres para mitigar las prácticas discriminatorias hacia ellas, coincidieron el ombudsman de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González, y la activista africana Olayinka Aina Koso-Thomas.

El ombudsman se reunión con la defensora de los derechos de la mujer en África, quien recibió la semana pasada el doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En el encuentro, González Pérez y Olayinka Aina Koso-Thomas acordaron mantener el diálogo y explorar mecanismos de cooperación en favor de los derechos de las mujeres, tendentes a disminuir y, en lo posible, erradicar la violencia a que están expuestas.

El ombudsman comentó sobre los avances que se han obtenido en el país en materia de igualdad de género, y destacó que no basta con tener buenas leyes, sino que éstas deben respetarse y hacerse cumplir.

Señaló la importancia que tiene la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, así como las acciones emprendidas por la CNDH en el combate a la violencia contra las mujeres y la discriminación laboral, el acceso a servicios públicos de atención a la maternidad y la lactancia, así como el goce y ejercicio del derecho a la educación en igualdad con los hombres, entre otros aspectos.

El presidente del organismo nacional destacó el Programa de Igualdad entre Mujeres y Hombres, cuyo objetivo es la observancia en el monitoreo, seguimiento y evaluación de la política nacional en la materia, para lo cual tiene la facultad de construir un sistema de información que dé a conocer a la sociedad la situación de ese tema en nuestro país.

A su vez, Olayinka Aina Koso-Thomas, quien es médica ginecóloga, egresada de la Medical School, en Reino Unido; con Maestría en Salud Materno Infantil y Planificación Familia en la Universidad de California, Berkeley, subrayó que Sierra Leona, donde vive y radica, “está empeñada en una guerra lenta y dura contra una de las muestras más infames de la desigualdad”.

La activista, quien se instaló en Freetown, capital de Sierra Leona, después de su doctorado, se ha desempeñado en hospitales y atestiguó el sufrimiento de las mujeres, sus infecciones y los daños psicológicos causados por la mutilación de sus genitales, práctica común en una treintena de países africanos.

Koso-Thomas, que milita en favor de la abolición de la mutilación genital femenina o ablación de clítoris, es integrante de diferentes asociaciones médicas y fundadora del Grupo para la Abolición de Mutilaciones Sexuales (GAMS), formado por mujeres africanas y francesas que, mediante campañas de prevención y educación, enseña a las mujeres a realizar tareas de subsistencia.

No obstante, ha sido víctima de ataques verbales, físicos, psicológicos y amenazas de muerte por parte de grupos fundamentalistas, y hoy da conferencias y charlas con el apoyo de Naciones Unidas a las mujeres para forzar el cambio de costumbres y erradicar dicha práctica.

La activista señaló que la clave para que se acabe con la mutilación de genitales en las mujeres está en ofrecer opciones económicas a las mujeres que la aplican, para que dejen de promoverla, y subrayó que sólo con la educación podrá darse ese cambio.

González Pérez le obsequió una moneda conmemorativa de los 25 años de la CNDH y le extendió una invitación para que pueda volver a México en una fecha próxima para dictar una conferencia

afcl

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