El Congreso de Estados Unidos se dio una prórroga de una semana para evitar la paralización del gobierno federal. Tanto la Cámara de Representantes como el Senado votaron ayer una ley para seguir fondeando el país, lo que da plazo hasta el próximo viernes para las negociaciones sobre la asignación de fondos públicos del presente año fiscal, que termina el 30 de septiembre.

Los congresistas quisieron evitar un drama parlamentario y antes de la medianoche —hora límite—, decidieron otorgar fondos para una semana más. La decisión se tomó por abrumadora mayoría, y evitó que el sábado, al cumplirse los primeros 100 días de la presidencia de Donald Trump, el gobierno se viera paralizado por falta de fondos.

“No era nuestra primera opción para fondear el gobierno, pero es nuestro camino para seguir adelante”, reconoció el republicano Rodney Frelinghuysen, presidente del comité de asignaciones presupuestarias de la Cámara de Representantes. Todavía quedan temas por negociar, pero las espinas que imposibilitaban la posibilidad de un acuerdo ya quedaron totalmente descartadas.

El temor al cierre del gobierno se multiplicó durante el pasado fin de semana, cuando Trump, quien ayer ordenó revisar las prohibiciones existentes a las perforaciones de gas y petróleo offshore, exigió incluir una partida de mil 400 millones de dólares para la construcción del muro en la frontera con México. Esa petición era totalmente inaceptable para la bancada demócrata, un “palo en las ruedas” en palabras del líder de la minoría progresista en el Senado, Chuck Schumer. La presión surgió efecto, el magnate desistió de su deseo y las opciones de pacto presupuestario volvieron a ser posibles.

El otro gran obstáculo era la intención republicana de someter a votación su proyecto para revocar y reemplazar el Obamacare, el programa de salud pública del ex presidente Barack Obama, y la supresión en los presupuestos de los subsidios que se incluyen en él.

Los republicanos, que controlan ambas cámaras legislativas, continúan sin conseguir los votos necesarios para sacar adelante el texto, y el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, decidió aplazar la votación hasta asegurarse el triunfo, para evitar un nuevo ridículo y fracaso legislativo para Trump, y para no poner en riesgo el presupuesto. Los republicanos sólo pueden darse el lujo de “perder” 23 apoyos en la Cámara para seguir adelante con la propuesta. “Los republicanos continúan reteniendo con estas cláusulas que son píldoras envenenadas. Pero hemos hecho suficientes avances”, reconoció Schumer, argumento que sirvió para extender los plazos. Entre los temas a tratar están medio ambiente, trabajo y desregulación del sistema financiero. La nueva fecha límite es el 5 de mayo.

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