El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer que Irán “no está cumpliendo el espíritu” del acuerdo nuclear alcanzado en 2015 con seis potencias, a pesar de que su gobierno certificó esta semana que Teherán sí ha respetado hasta ahora sus compromisos bajo el pacto multilateral.

“[Los iraníes] No están cumpliendo el espíritu del acuerdo”, dijo Trump en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, después de reunirse con él en la Casa Blanca.

“Y estamos analizándolo muy cuidadosamente, y tendremos algo que decir sobre esto en un futuro no muy lejano”, añadió el magnate.

El mandatario ha ordenado a su equipo una revisión del acuerdo nuclear, dirigida por el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y que durará 90 días, según anunció esta semana el Departamento de Estado.

“Están haciendo [los iraníes] un daño tremendo al acuerdo que se firmó. Fue un pacto terrible, nunca debió haber sido firmado, y no debió haber sido negociado de la forma en que se negoció”, subrayó Trump al ser preguntado sobre el tema durante la conferencia de prensa.

A última hora del martes pasado, el secretario de Estado de EU, Rex Tillerson, envió una carta al presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Paul Ryan, en la que certificaba que Irán “está cumpliendo con sus compromisos” bajo el acuerdo nuclear.

No obstante, Tillerson acompañó esa certificación, que el Departamento de Estado debe hacer cada 90 días, con una serie de denuncias sobre las actividades perniciosas de Irán en el mundo y una advertencia de que la Casa Blanca está revisando el acuerdo nuclear.

“El JCPOA [como se conoce el acuerdo multilateral] fracasa a la hora de conseguir el objetivo de un Irán no nuclear. Solamente retrasa su fin de convertirse en un Estado nuclear”, aseguró Tillerson el miércoles pasado durante una conferencia de prensa.

El jefe de la diplomacia estadounidense advirtió que “un Irán sin restricciones tiene el potencial de seguir el mismo camino que Corea del Norte y llevarse consigo al mundo”.

La retórica apunta a que Trump parece haberse decidido a afrontar el futuro del que definió durante la campaña electoral como “el peor acuerdo jamás alcanzado”, el suscrito entre Irán, Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, China y Rusia; después de esquivar el tema durante sus primeros meses en el poder.

Incluso, EU intentó ayer, con poco éxito, situar el tema Irán en el centro de la agenda sobre Oriente Medio del Consejo de Seguridad de la ONU.

Aprovechando que este mes preside el Consejo, Washington trató de alejar el debate trimestral sobre Oriente Medio del conflicto entre palestinos e israelíes, que tradicionalmente está en el centro de la discusión.

La Administración de Donald Trump ha denunciado repetidamente lo que, a su juicio, es una obsesión en Naciones Unidas con Israel e insiste en que los continuos debates en la ONU sobre el proceso de paz no sirven para nada. Y para sacar del foco a su aliado, EU decidió centrar la discusión sobre Irán, identificándolo como la mayor amenaza en la región.

“Si vamos a hablar honestamente sobre los conflictos en Oriente Medio, debemos empezar con el principal culpable: Irán y su milicia asociada Hizbulá”, dijo la embajadora estadounidense, Nikki Haley.

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