El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, acusó ayer al régimen comunista cubano de criminalizar una iniciativa de la oposición política doméstica que promueve la democratización de la isla, luego de que las autoridades cubanas le impidieran viajar a La Habana para participar en un acto de la disidencia interna sobre libertad y democracia.

Almagro reveló que el Consulado de Cuba en Washington le advirtió el jueves pasado que su ingreso “sería negado” sin importar si viajaba con pasaporte diplomático de Uruguay y que su presencia en La Habana para participar en un acto con la disidencia era “una provocación inaceptable”.

El secretario de la OEA informó lo anterior en una carta dirigida a la disidente cubana Rosa María Payá, presidenta de la opositora Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, que lo invitó a participar en un evento en Cuba, país donde sólo se reconoce la existencia del gobernante Partido Comunista y la disidencia opera en la ilegalidad. La misiva fue divulgada por la OEA.

Almagro explicó que el Consulado adujo que un motivo para negarle la visa fue que el sistema electoral cubano es socavado por “Cuba Decide”, plan de Payá para convocar a un plebiscito en el que los cubanos decidan si aceptan o rechazan llamar a elecciones libres, con multipartidismo y otros derechos.

“Es obvia mi discrepancia con la criminalización del grupo ‘Cuba Decide’ pues los mecanismos constitucionales de democracia directa que proclaman, son un instrumento esencial para la expresión de los pueblos”, destacó el secretario de un organismo del que Cuba fue expulsada en 1962 por su sistema comunista. Aunque la sanción se le levantó en 2009, La Habana rechazó regresar a ese foro.

El caso de Almagro salió a la luz luego de que Cuba negó el pasado martes la entrada al ex presidente mexicano Felipe Calderón y el lunes anterior a la ex ministra chilena de Educación, Mariana Aylwin.

Los tres tenían planeado viajar a La Habana para asistir a la entrega del Premio Oswaldo Payá Libertad y Viva, que sería otorgado a Almagro y al difunto ex mandatario chileno Patricio Aylwin, padre de la ex ministra.

Fallecido en un percance vial en 2012, Oswaldo Payá fue un opositor cubano que impulsó cambios políticos.

La embajada cubana en Chile replicó ayer que el acto de Payá es “una grave provocación internacional” al gobierno de Cuba. “Nuestro país”, recalcó, tiene el “derecho soberano” de decidir sobre el ingreso de extranjeros y defenderse de actos para “subvertir el orden jurídico” interno.

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