Río de Janeiro.— Un juez de la Corte Suprema de Brasil suspendió ayer de sus labores al presidente del Senado, Renan Calheiros, asestando un golpe a otro aliado clave del presidente Michel Temer.

Renan Calheiros retiene su escaño en el Senado y puede apelar la orden emitida por el juez Marco Aurelio Mello; sin embargo, ya fue reemplazado por su suplente, el senador Jorge Viana, miembro del Partido de los Trabajadores (PT).

Mello decretó que como Calheiros aún no es enjuiciado por cargos de corrupción, no puede permanecer como presidente del Senado y ser considerado en la línea de sucesión para presidente del país.

La semana pasada, la Corte Suprema en pleno votó que Calheiros fuera a juicio por cargos de haber recibido sobornos por parte de una compañía constructora, Mendes Junior.

La acusación en contra de Calheiros se presentó en 2007, cuando también ocupaba la presidencia del Senado. En ese entonces negó haber cometido delito alguno; sin embargo, fue obligado a renunciar.

El pleno de la Corte Suprema decidiría cualquier apelación interpuesta por Calheiros al fallo de Mello. Por medio de un comunicado, Calheiros dijo que no haría comentarios hasta haber leído toda la decisión del magistrado. Se esperaba que Calheiros, cuyo término en el Senado está programado para finalizar en febrero, pasara este mes por el Congreso una serie de medidas de austeridad planeadas por Temer.

Temer, quien asumió la presidencia de Brasil en mayo pasado luego de la destitución de la mandataria Dilma Rousseff por violar leyes fiscales, ahora tendrá que negociar con Viana, quien es aliado de Rousseff.

El líder oficialista en el Congreso, Romero Juca, declaró que la remoción de Calheiros no cambiaría los planes de votar el 13 de diciembre un tope al gasto federal durante 20 años.

Temer ya ha perdido a seis ministros de su gabinete en los seis meses que lleva en el poder, la mayoría por acusaciones de corrupción.

También perdió a otro aliado legislativo cuando el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, fue despojado de su escaño y posteriormente encarcelado por cargos de corrupción. Además del juicio ordenado, Calheiros podría enfrentar a la justicia por otros 11 cargos de corrupción ante la Corte Suprema, incluyendo muchos derivados de la investigación de una inmensa red de sobornos en la paraestatal petrolera Petrobras.

En Brasil, los legisladores y los altos funcionarios del gobierno sólo pueden ser juzgados por el máximo tribunal.

El domingo, decenas de miles de brasileños tomaron las calles para protestar en contra de Calheiros y sus aliados por intentar desmantelar una propuesta anticorrupción que cuenta con enorme popularidad.

Revela reforma a pensiones. Temer también apeló ayer a los líderes políticos para respaldar su propuesta para reformar el costoso sistema de pensiones del país, que obligaría a los brasileño a trabajar más años antes de recibir los beneficios completos de la jubilación. El plan fijaría la edad mínima del retiro a los 65 años en un país donde las personas trabajan en promedio hasta los 54 años antes de jubilarse.

Temer dijo que esto es necesario para asegurarse de que el sistema no colapse debido a la falta de fondos y que sería financieramente sostenible para las futuras generaciones.

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