El Cairo.— Un total de 468 civiles han muerto, entre ellos 100 niños y 57 mujeres, entre el 31 de julio pasado y el 20 de agosto, por ataques aéreos y combates con artillería en la ciudad de Aleppo y la provincia homónima, en el norte de Siria.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó ayer que 172 de esos civiles perdieron la vida debido a los bombardeos lanzados por aviones y helicópteros de guerra contra los barrios del este de Aleppo, bajo el control de la oposición armada siria.

Además, 163 personas murieron en ataques con proyectiles disparados por los rebeldes sirios a zonas del oeste de la urbe, que están controladas por las fuerzas leales al régimen sirio.

Asimismo, una mujer y un hombre perecieron en ataques de los insurgentes al barrio Al Sheij Maqsud, de Aleppo, bajo el control de milicianos kurdos. También contabilizó a 130 civiles que perdieron la vida en el mismo periodo por bombardeos y helicópteros en zonas rurales del oeste, el sur y el norte de la provincia de Aleppo.

Por último, el grupo consignó que un hombre falleció por disparos de francotiradores en una ruta que conecta esta ciudad con la localidad de Afarin, y activistas kurdos acusaron a los rebeldes de haber disparado contra la víctima. Ayer, la ONG informó que 108 efectivos gubernamentales y combatientes rebeldes han muerto en una semana de choques en el sur de Aleppo.

Hace tres días, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, pidió a las partes en conflicto una pausa humanitaria de al menos 48 horas para permitir la entrada de ayuda.

Tanto Rusia, aliada del régimen de Damasco, como la oposición siria han dado la bienvenida a esta tregua, aunque la violencia continúa.

La ciudad de Aleppo se la disputan las fuerzas de Damasco y los rebeldes desde mediados de 2012, cuando los insurgentes conquistaron amplias áreas de la urbe, la segunda en importancia de Siria y una de las más castigadas por el conflicto armado que inició en marzo de 2011.

Los enfrentamientos se recrudecieron a finales de julio por una ofensiva de los opositores para romper el cerco impuesto por las autoridades a los barrios bajo su control.

Alistan rebeldes ofensiva contra yihadistas. Rebeldes sirios se preparaban ayer para lanzar una operación y capturar una localidad controlada por Estado Islámico (EI) en la frontera con Turquía, afirmó un alto mando rebelde sirio, una ofensiva que frustraría las esperanzas kurdas de seguir expandiéndose en esa zona.

Los rebeldes, grupos respaldados por Turquía que combaten bajo la bandera del Ejército Libre Sirio (FSA, por sus siglas en inglés), tienen previsto atacar Jarablus desde territorio turco en los próximos días, aseguró el oficial rebelde, que pidió no ser identificado.

“Las facciones se están reuniendo en un área cercana a la frontera [dentro de Turquía]”, precisó la fuente.

Jarablus, situada en la orilla occidental del río Éufrates, es la última población significativa bajo control del EI en la frontera de Siria con Turquía. Está a 54 kilómetros al este de al-Rai, una localidad fronteriza que los rebeldes arrebataron recientemente al EI.

Si capturan Jarablus, los rebeldes se adelantarían al asalto de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés), un grupo de milicias mayoritariamente kurdas que arrebataron al EI la ciudad de Manbij, 30 kilómetros al sur, el 6 de agosto. La operación busca acabar con los enclaves del EI junto a la frontera turca.

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