Washington.— Un grupo de 50 altos ex funcionarios de gobiernos conservadores de Estados Unidos critican al candidato republicano a la presidencia, Donald Trump, en una carta abierta en la que lo califican de “peligroso”.

En el texto, publicado por el diario The New York Times, los expertos en seguridad nacional y política exterior señalan que a Trump le falta el carácter, los valores, la experiencia y la contención necesarias para ser presidente.

Entre los firmantes están el ex director de los servicios secretos nacionales y ex embajador en México, John Negroponte, el ex director de la CIA, Michael Hayden y los ex secretarios de Seguridad Interior Michael Chertoff y Tom Ridge.

Los funcionarios aclaran que no votarán por Trump, a quien consideran “peligroso” y “temerario”. Advierten que, de llegar a la Casa Blanca, pondría en riesgo la seguridad nacional y el bienestar del país. Sin embargo, reconocen que también tienen dudas sobre la candidata demócrata, Hillary Clinton.

Donal Trump “parece carecer del conocimiento básico, no conoce la Constitución, las leyes y las instituciones de la Nación, incluidas la tolerancia religiosa, la libertad de prensa y un sistema judicial independiente”, se lee en el texto.

En uno de los párrafos más duros subraya que “a diferencia de anteriores presidentes que han tenido limitada experiencia en asuntos exteriores, el señor Trump no ha mostrado interés en formarse [en el tema]. Continúa mostrando una alarmante ignorancia de hechos básicos de la política internacional contemporánea”.

El magnate respondió a las críticas señalando que los firmantes “no son más que la élite fracasada de Washing-
ton que intenta aferrarse a su poder y es hora de que sean hechos responsables de sus actos”.

Agregó que ellos, con sus “desastrosas decisiones” posibilitaron el ascenso de la milicia terrorista Estado Islámico (EI). “Les agradecemos que hayan tomado la palabra, de modo que en el país todo el mundo sepa quién tiene la culpa de haber hecho del mundo un lugar tan peligroso”.

Sin embargo, las voces en contra se multiplican. Ayer la senadora republicana Susan Collins anunció que no votará por Trump porque el millonario carece del temple, disciplina y prudencia que se requiere para manejar los asuntos del país y las relaciones en un mundo ya de por sí peligroso.

Collins desestimó cualquier obligación para respaldar a Trump y dijo que su decisión, que calificó de difícil, fue determinada por la falta de carácter del candidato para ocupar la presidencia, incluyendo sus críticas al juez mexicano estadounidense Gonzalo Curiel.

“Venero la historia de mi partido, particularmente el valor que confiere al mérito y dignidad de las personas, y continuaré trabajando a través del país por candidatos republicanos, pero es debido a la inhabilidad y renuencia del señor Trump a honrar ese legado que soy incapaz de apoyar su candidatura”, apuntó en un artículo publicado ayer por el diario The Wa-
shington Pos
t.

Genera Trump nuevo escándalo. Ayer, el candidato republicano de nuevo se vio envuelto en una controversia, al insinuar que los amantes de las armas son los únicos que pueden parar a Hillary Clinton para llegar a la Casa Blanca.

“Hillary quiere esencialmente abolir la Segunda Enmienda [de la Constitución, la que da derecho a portar armas]. Por cierto, si [ella] consigue elegir jueces, no hay nada que hacer, amigos. Aunque la gente de la Segunda Enmienda... puede que haya algo, no sé”, dijo Trump ante sus seguidores en Wilmington, Carolina del Norte.

Esta frase vaga ha generado polémica porque ha sido interpretada por varios sectores, como un llamado a los defensores del uso de las armas a “detener” a su contrincante.

El equipo de Clinton salió a condenar estas palabras. “Es muy simple: lo que Trump está diciendo es peligroso. Una persona que intenta ser presidente de EU no debería sugerir la violencia de ninguna forma”, dijo Robby Mook, jefe de campaña de la candidata demócrata, en un comunicado.

Demandan a Clinton. Los padres de dos estadounidenses que perdieron la vida durante el ataque contra el consulado en Bengasi, Libia, en 2012, presentaron ayer una demanda contra Hillary Clinton, acusándola de tener responsabilidad en esos hechos.

La acusación por “muerte injusta” alega que las muertes de Sean Smith y Tyrone Woods “fueron directamente causadas por la negligencia e irresponsables acciones” de Clinton como titular del Departamento de Estado.

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