Los estudiantes de secundaria chilenos marcharon por el centro de Santiago, a pesar de no haber sido autorizados por la Intendencia (gobernación) Metropolitana, en rechazo a la reforma educativa impulsada por el Gobierno de Michelle Bachelet.

En el marco del conflicto estudiantil que tiene paralizados a más de 60 colegios y medio centenar de sedes universitarias, alrededor de medio millar de escolares protestaron en una jornada que acabó con algunos enfrentamientos con la Policía y alrededor de 15 detenidos, según informes preliminares.

La convocatoria realizada por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), cuyos dirigentes no asistieron a la protesta, se realizó de manera pacífica por una de las principales arterias de la capital chilena.

Una serie de incidentes se registró al final de la manifestación, cuando un grupo de jóvenes bajó a la calle y detuvo el tránsito de vehículos en la Alameda Bernardo O'Higgins, la principal avenida de Santiago.

Ello desencadenó el actuar de las Fuerzas Especiales de Carabineros, quienes utilizaron los carros lanzaaguas y gases para despejar la avenida.

Por su parte, la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), que no formó parte de la movilización de esta mañana, porque consideró que "no se dieron las garantías necesarias" para su realización, programó una velatón (encendido de velas en sitios públicos) en el frente de la Intendencia Metropolitana para las 19.00 horas de hoy.

La Intendencia, señaló que rechazó el permiso solicitado por los estudiantes secundarios, principalmente por "los graves desmanes en que han terminado las últimas movilizaciones", incluida la muerte de un guardia municipal ocurrida el pasado 21 de mayo en Valparaíso, tras un atentado incendiario a un recinto público.

En Santiago, encapuchados saquearon la semana pasada una iglesia que es monumento nacional, de la que robaron un crucifijo de tamaño natural que después destrozaron a golpes en la calle y hace unos días se descubrió que los escolares que ocupaban un tradicional liceo de Santiago robaron diversos bienes en el establecimiento y causaron destrozos por más de medio millón de dólares.

Los escolares actualmente se manifiestan para exigir al Gobierno un cambio en el sistema de financiación de los colegios públicos y una mejora en la calidad de la educación.

La reforma educativa es uno de los pilares del Gobierno de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, quien también enfrentó movilizaciones estudiantiles de gran magnitud durante su primer mandato (2006-2010), conocidas como "la rebelión de los pingüinos".


jlcg

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