Los electores en Bolivia rechazaron por escaso margen una enmienda constitucional que le habría permitido al presidente Evo Morales postularse a un cuarto período consecutivo en 2019.

Con un avance del 99,49 de los votos contados, el Tribunal Supremo Electoral declaró el martes en la noche la victoria del "NO" a la opción de que Morales vuelva a postularse.

La presidenta de ese órgano, Katia Uriona, informó en conferencia de prensa que el "SI" a favor de la postulación perdió con 48,69% de los sufragios. Dijo que aún falta computar algunas mesas en tres regiones del país, y también se deberá repetir la votación en doce mesas anuladas.

El desenlace del referendo del domingo para aceptar o rechazar una reforma constitucional también le impide al vicepresidente Álvaro García volverse a postular.

Tras conocerse el informe, partidarios del "NO" y seguidores de los partidos de oposición salieron a festejar a las calles con bandas de música. En La Paz se escuchaban petardos de festejo por la victoria. Militantes opositores estallaron en festejo en el centro de cómputo de esta ciudad.

Morales esperaba remontar en los conteos con votos del área rural que es su base electoral y dijo que reconocerá los resultados cuando se divulguen resultados finales en declaraciones que efectuó el lunes.

Es la primera derrota del primer presidente indígena de Bolivia en 10 años que lleva en el poder con una exitosa gestión económica que cimentó su popularidad.

Durante su gestión, Morales ha ayudado a millones de personas a salir de la pobreza al distribuir en forma más equitativa los ingresos obtenidos a partir de la venta de gas natural, lo que ha derivado en la creación de una clase media indígena.

Analistas atribuyeron la derrota a un cansancio del electorado, a la crisis que comienza a sentirse en una economía altamente dependiente de la exportación de materias primas y a escándalos de corrupción que mermaron la credibilidad del mandatario, pero sobre todo la de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS).

"La corrupción le está pasando una factura cara. Con una imagen debilitada el reto de Morales tras el referendo es concluir favorablemente su gobierno manteniendo la estabilidad económica, social y política", dijo a The Associated Press el profesor de ciencia política de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, Marcelo Silva. Pugnas internas por su sucesión podrían debilitar más al partido gobernante, agregó.

Por otro lado, Jim Shultz, director ejecutivo del grupo activista político Democracy Center, de tendencia izquierdista, se refirió al tema de la permanencia extendida en el poder.

"A la oposición tradicional a Evo entre los ricos y la clase media se unió una amplia franja de votantes que desde hace tiempo eran parte de su respaldo político", afirmó. "Su cambio de dirección no es sobre moverse hacia la derecha", sino más bien un rechazo a la corrupción que refleja una creencia de que "20 años es demasiado tiempo para que una persona sea presidente".

ae

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