El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, defendió hoy la reforma de las pensiones como la única opción para hacer sostenible el sistema, pese a contar con el rechazo de toda la oposición y la protesta de miles de personas que salieron a la calle para exigir la retirada del plan.

En un debate en el Parlamento entre los líderes de los partidos, Tsipras aseguró que la reforma -que aún no ha iniciado el proceso legislativo porque no cuenta con el visto bueno de los acreedores- es crucial, ya que el aumento del desempleo ha reducido el volumen de cotizaciones y éstas no llegan para sufragar las jubilaciones.

"Hoy debatimos porque la situación es explosiva. Sería fácil para nosotros intentar ocultar el problema, pero esta postura sería irresponsable como irresponsable ha sido la actitud de los partidos que han gobernado estos 40 años", dijo Tsipras en alusión a los conservadores de Nueva Democracia y a los socialdemócratas de Pasok.

Defendió que la reforma servirá para crear "un sistema con cotizaciones iguales para todos y con las mismas condiciones de jubilación" en que también tendrán derecho a una pensión los desempleados de larga duración y con diferencias únicamente para "los autónomos y los agricultores con quienes hay que dialogar".

"El sistema propuesto es simple y reduce los costes administrativos. La fusión de las cajas (de pensiones) mejorará la gestión de los recursos. Cada persona asegurada podrá calcular la cuantía de su jubilación", apuntó.

Durante su intervención, el primer ministro recriminó a la oposición que rechace el plan sin aportar alternativas.

"Hemos presentado propuestas para reducir de forma duradera el coste de las pensiones sin recortarlas. Vosotros, que habéis creado el problema, en vez de hacer una crítica fácil, ¿tenéis alguna propuesta? ¿Vais a apoyar el acuerdo con los patronos o vais a estar del lado del FMI que exige el recorte de pensiones?", apeló.

El presidente de Nueva Democracia, el recién elegido Kyriakos Mitsotakis, fue muy duro en su respuesta y acusó a la coalición gubernamental entre el izquierdista Syriza y los nacionalistas de derechas Griegos Independientes de agravar la situación económica del país y de promover una reforma que va en la misma dirección.

"La propuesta incrementa las cotizaciones y reduce considerablemente las pensiones, pero lo peor es que promovéis la división de la sociedad", dijo Mitsotakis, que añadió que el nuevo plan "declara la guerra a las fuerzas productivas" y "es un castigo al trabajo porque no incentiva permanecer más años en activo".

Instó al Gobierno a luchar contra el trabajo no declarado, aplicar la cláusula de déficit cero para las pensiones suplementarias (el sistema heleno tiene dos componentes, uno principal y uno complementaria) y reconsiderar la contribución del Estado a las cajas que ofrecen pensiones altas.

Además, propuso remodelar el sistema en base a la fusión de todas las cajas en tres y no en una sola, como propone el Ejecutivo.

"Estos son las propuestas concretas y estamos dispuestos a dialogar sobre ellas", dijo Mitsotakis.

Coincidiendo con el debate entre 7.000 y 8.000 personas del sindicato ligado al partido comunista KKE, según la Policía, se manifestaron en la céntrica plaza de Syntagma, sede del Parlamento.

En los últimos años, los griegos han vivido ya once recortes de hasta el 30 % de sus pensiones, por lo que las protestas y huelgas de diferentes sectores se encadenan en las últimas semanas.

Los agricultores también bloquearon con sus tractores carreteras y autopistas como hacen desde hace más de una semana para pedir la retirada de la reforma, condición que establecen para reunirse con Tsipras, quien hoy volvió a tenderles la mano para dialogar.

Tsipras subrayó que es necesario diferenciar entre los agricultores de profesión y los que tienen otros trabajos y se aprovechan de las ayudas europeas.

Los planes de reforma de la seguridad social contemplan subidas en las cotizaciones y recortes en las pensiones suplementarias.

Según el Gobierno, el objetivo es crear una estructura uniforme que no diferencie entre autónomos, asalariados y agricultores.

En el tercer rescate firmado con la cuadriga de acreedores (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Mecanismo Europeo de Estabilidad) Grecia se comprometió a ahorrar en pensiones el 1 % del productor interior bruto (PIB) anual, lo que equivale a 1.800 millones de euros.

El Gobierno heleno ha prometido no tocar las pensiones principales, pero sí aplicará recortes a las suplementarias, que forman el segundo gran pilar de ingresos de la inmensa mayoría de los jubilados.

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