Seúl.— Altos funcionarios de Seúl y Pyongyang sostuvieron ayer su segundo día de conversaciones maratónicas destinadas a alejar a ambas Coreas del borde de una confrontación militar, incluso en medio de nuevos informes de movimientos inusuales de soldados y submarinos norcoreanos que según Seúl parecen indicar preparaciones para la batalla.

Las reuniones, que comenzaron el sábado y se prolongaron hasta más allá de la medianoche, se celebraron en la aldea fronteriza de Panmunjon. Se trata del primer diálogo de alto nivel entre ambos Estados en casi un año, señaló una portavoz de la presidencia en Seúl. El asesor de seguridad nacional surcoreano, Kim Kwan-jin, y representantes de Defensa se reunieron con el secretario del Partido de los Trabajadores norcoreano, Kim Yang-gon, y con Hwang Pyong-so, que dirige el departamento político del Ejército.

A las conversaciones también se sumó el ministro surcoreano para la Reunificación, Hong Yong-pyo. Su homólogo norcoreano es Kim Yang-gon.

Corea del Sur reanudó la semana pasada el uso de altavoces para emitir propaganda desde su frontera en represalia por el estallido de una mina terrestre norcoreana que segó las piernas de dos de sus soldados. Las tensiones escalaron el jueves con varios intercambios de artillería en la frontera.

Las Fuerzas Armadas surcoreanas dijeron tener indicios de que Corea del Norte sigue preparándose para un posible ataque militar, informó la agencia surcoreana de noticias Yonhap. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó a ambas naciones a buscar una solución a través del diálogo.

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