Washington.— El llamado “efecto Trump” está causando estragos en las campañas de sus adversarios, empezando por el ex gobernador de Texas, Rick Perry quien, cuando aún falta medio año para el arranque de las primarias, ha tenido que cerrar operaciones en algunos estados que serán clave en 2016 por falta de fondos.
Según han reconocido fuentes de su campaña, Perry ha dejado de pagar a miembros de su equipo en estados como Iowa, Carolina del Sur y hasta en la ciudad de Austin, Texas.

Su mal arranque en los debates de televisión, que son los generadores de expectativas y de apoyos monetarios, le han dificultado la recolección de recursos y han puesto en duda sus posibilidades en el largo y costoso trayecto que conduce a la Casa Blanca. “Estas noticias no son una buena señal desde luego”, consideró Bruce Haynes, estratega del Partido Republicano.

Otro de los afectados ha sido Scott Walker, el gobernador de Wisconsin, quien hasta hace poco encabezaba las preferencias en Iowa, un estado clave en las primarias y en el que su comité de acción contempla una inversión de más de 7 millones de dólares en campañas publicitarias, pero donde Trump lo rebasa ya en preferencias.

De acuerdo con un sondeo difundido por la Universidad de Suffolk, Trump va a la cabeza en Iowa con 17% de intención de voto; el gobernador de Wisconsin tiene 12%. “Bajo cualquier medida tradicional, Trump no podría ser un candidato viable. Sin embargo, el hecho es que sigue dominando la cobertura informativa de la campaña”, consideró Eugene Robinson, analista de The Washington Post.

Sin embargo, otro sondeo de la Universidad Franklin Pierce y el diario Boston Herald reveló que, por primera vez desde que Trump comenzó a acaparar la atención de los medios con sus ataques a los migrantes y sus comentarios sobre las mujeres, está perdiendo terreno entre los votantes, al menos de New Hampshire, donde de tener 25% de intención de voto, hoy tiene 18%. Aun así, sigue estando en primer lugar y su más cercano rival, Jeb Bush, tiene 13%.

Expertos advierten del riesgo de que Trump siga arrastrando a los demás candidatos a posiciones extremas. “Mientras más persista el ambiente de caos (generado por Trump), menor será la capacidad del Partido Republicano para retornar a posiciones más moderadas”, dijo Robinson. Con información de Notimex

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