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Más que enojo, era frustración. Más que tristeza, fue la impotencia al ver perdido todo por lo que trabajaron por años. Fueron más de 300 las personas que vivieron una amarga jornada luego de que se fracturara un tubo de la Línea 1 del Sistema Cutzamala, a la altura de la comunidad San Carlos Autopan, en la delegación San Pablo Autopan.
La pesadilla comenzó a las 17:00 horas del domingo y de pronto escucharon cómo con fuerza llegaba el agua a sus casas. El pánico se apoderó tanto de niños como de adultos, quienes tenían que salir corriendo para tratar de no ser arrastrados por la corriente.
Muchas de sus pertenencias se fueron flotando en segundos, sus animales murieron y sus esfuerzos de años se diluyeron en el agua potable que corría por sus casas, por las calles. Se sentían atrapados y la ayuda no llegaba, vivieron momentos de terror.
“Mis hijas —de siete y ocho años—, y mi mamá —de 80— estaban solas en la casa, no podían salir, todo se echó a perder, mis gallos se ahogaron, el agua llegaba a más de un metro, tuvieron que venir a rescatar a mi familia, estaban muy asustadas, siguen espantadas y con la ropa mojada, nos quedamos sin nada”, comentó Carmen, una de las vecinas afectadas, en cuyo hogar aún se necesitaba entrar con botas especiales, pues el agua, si bien había cedido un poco, permanecía.
Tuvieron que evacuar, así que llegaron personas de varias comunidades, ayudaron a los afectados a salir de sus casas, los cargaban, en especial a los más pequeños, pero no todos apoyaban, pues no faltó quien aprovechara la situación y se dedicara a la rapiña.
A una vecina le robaron una pantalla y a su perro, por lo que los hombres de las comunidades de Jicaltepec y San Carlos se quedaron en la zona para hacer rondines para cuidar lo poco que les quedaba.
No llegaba el apoyo, así que en la desesperación bloquearon el Libramiento Bicentenario, tenían que encontrar la manera de salir del mutis en el que viven cotidianamente gracias a falta de atención de algunas autoridades.
La pesadilla continuó. Cuando llegó la ayuda de la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Toluca, comenzaron a sentirse menos olvidados, pero el sentimiento fue reemplazado por el enojo, ya que sólo recibieron una cobija por familia, lo que consideraron un insulto y por demás insuficiente.
Como pudieron, pasaron la noche, unos aún con la ropa mojada, otros en la desesperación de haber perdido su patrimonio, incluso una casa de adobe se venció con el agua. Hubo afectaciones en más de 50 casas, pero en 21 la situación era intolerable.
Las calles estaban cubiertas de lodo, caminar por ellas se convertía en un riesgo, aun así, aguantaron.
“Yo sólo pude agarrar a mis hijas y a mi mujer, todo lo demás se me echó a perder, la máquina que utilizo para trabajar, la ropa, el refri, todo lo perdimos, estamos desesperados porque nadie quiere apoyarnos, nadie nos quiere voltear a ver a menos que sean tiempos de elecciones”, comentó entre lágrimas Cirilo Hernández.
La mañana de ayer, la situación no cambió mucho. Estaban indignados porque los ingenieros de la Comisión Nacional de Agua (Conagua) llegaron a trabajar en la fisura, pero dejaron de lado a los afectados, por lo que amenazaron constantemente con parar la obra hasta que se les auxiliara, hasta que se les aliviara el dolor de la herida que con agua se abrió.
Fernando González Valencia, segundo subdelegado de San Carlos Autopan, denunció que ya habían notado que algo no andaba bien con la Línea 1 del Cutzamala, pues tenían meses notando humedad en la zona, misma que aumentó la semana pasada, pero no tenían a quién avisarle, incluso fueron a la Presa de Los Pericos, en donde se llevan a cabo los trabajos de la Línea 3, pero no les hicieron caso.
Aún sin comer, algunos con pies descalzos, y soportando tratos que calificaron de “indignos”, los damnificados sólo piden que se les apoye, así recorren la zona afectada con la inundación.
De acuerdo con datos de Conagua, tras la fisura, los municipios de Atizapán de Zaragoza, Coacalco, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Huixquilucan, Lerma, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Nicolás Romero, Tecámac, Tlalnepantla, Tultitlán y Toluca se ven afectados con un recorte en el suministro de agua, incluso en algunas de estas colonias se ha reportado que éste es nulo, lo que afecta a casi 800 mil habitantes.
