Delincuencia no da tregua a población de Chilpancingo

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En los últimos 20 meses en Chilpancingo la muerte no ha descansado ningún día. Ninguno. De acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Seguridad Pública municipal (SSP), en ese periodo han sido asesinadas 464 personas.

De octubre de 2015 al 12 de junio de este año hubo un homicidio por día en promedio. Aunque en este mismo periodo en la capital ha habido repuntes que llegan hasta los 10 muertos en un día. Este conteo comprende sólo el gobierno del priísta Marco Antonio Leyva Mena.

El reporte define las zonas más violentas de la capital. El poniente de la ciudad es el de mayor incidencia delictiva; ahí han ocurrido 215 homicidios. Le siguen el oriente con 176; después el centro con 33; la zona rural con 23 y los límites con el municipio de Tixtla con 17.

Desde 2016 Chilpancingo se convirtió en la segunda ciudad más violenta de Guerrero: ese año sucedieron 234 asesinatos relacionados con la disputa entre los grupos criminales por el control del territorio. En Acapulco ocurrieron 918.

De acuerdo con el portal Semáforo Delictivo, donde se recopilan datos oficiales de la incidencia delictiva, en 2016 en Chilpancingo ocurrió el mayor número de secuestros en todo Guerrero: 16 plagios. En ese periodo se denunciaron 23 extorsiones, 771 robos de automóviles y 101 robo a casa-habitación, y 59 a comercios. Además se cometieron 38 violaciones.

Recientemente, el Inegi publicó la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana 2016 (ENSU): 96.2% de los encuestados dijo sentirse inseguro de vivir en Chilpancingo.

Este año han asesinado a 135 personas en Chilpancingo, más de 30 en lo que va de junio.

Faltan policías. Para detener los asesinatos, secuestros, cierre de negocios y desplazamiento de pobladores, el gobierno municipal de Chilpancingo tiene apenas 91 agentes.

En 2014 cuando en Chilpancingo se intentó instalar el Mando Único, en la Policía Municipal se dio una depuración: de 300 agentes, sólo quedaron 115 que aprobaron los exámenes de control y confianza. Este año despidieron a otros 24. Pero según las propias autoridades, en Chilpancingo se necesitan al menos 500 policías para dar seguridad a los pobladores.

En la capital, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay una población de 241 mil 717 personas distribuidas en 600 colonias que deben ser atendidas por 91 policías municipales. Según la aritmética: en la capital hay un agente por cada 2 mil 101 habitantes.

Desde el año pasado el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Chilpancingo, Adrián Alarcón Ríos, dijo que la estrategia de seguridad en la capital no ha funcionado, que decenas de comercios han bajado sus cortinas ante el insostenible pago de cuota que exigen los grupos delictivos y que unas 40 familias dejaron la ciudad por la violencia.

Incluso el sector empresarial ha llegado al extremo para protegerse: han solicitado a las Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que les permita portar armas de fuego para proteger sus negocios y domicilios.

La violencia en Chilpancingo la ejercen los grupos delictivos de manera indiscriminada: taxistas, choferes de combis, comerciantes, empresarios, tránsitos, estudiantes y hasta niños han sido atacados.

Esta violencia ya llegó hasta el alcalde Marco Antonio Leyva Mena. En enero de 2016 interpuso una denuncia ante la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) por amenazas de muerte por miembros de la delincuencia organizada. Según el edil, los individuos le hacían llamadas telefónicas para exigirle cargos en su administración y una cuota económica. El alcalde, según dijo, rechazó la propuesta de los delincuentes.