Cientos de personas encendieron veladoras y rezaron frente al Templo de San Miguel Arcángel esta noche por la muerte de los niños de 4, 8 y 11 años de edad, asesinados presuntamente por su padre la madrugada del sábado en una finca intervenida posteriormente por la Policía Ministerial del Estado.

Frente al templo, los manifestantes exigieron justicia y la libertad del padre. "Toño es inocente", gritaron.

La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) acusó a Antonio Luna de haber matado a balazos a los menores Juan Adrián, Teo y Gabriel Osvaldo, cuyos cuerpos fueron encontrados por policías ministeriales en una finca de la comunidad Ampliación Cieneguita, del municipio de San Miguel de Allende, donde los agentes se enfrentaron a un grupo de hombres armados.

El viernes próximo se resolverá la situación jurídica de Luna, acusado de los delitos de homicidio en razón de parentesco, por la muerte de sus tres hijos, y homicidio calificado en grado de tentativa en agravio de cinco personas más.

El domingo en un comunicado, la PGJE señaló que el padre de los menores fue detenido por el homicidio de sus hijos y por el intento de matar a su esposa, quien lo habría acusado, además de atribuirle la posesión de armas y droga.

No obstante, la esposa del detenido desmintió a la dependencia en entrevista con varios periodistas.

Este martes, el Poder Judicial del estado señaló que la fiscalía formuló la imputación en contra de Luna en la causa penal 1P3417-5.

La oficina de prensa del Poder Judicial informó que el inculpado solicitó la duplicidad del término constitucional para aportar datos de pruebas en su defensa.

iel

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