Miembros de la etnia Rarámuri demandaron que se intensifique la búsqueda de María Olguín Olguín, quien desapareció desde hace 50 días en Sinaloa.

El esposo de la mujer y varios miembros de la etnia han acudido a puestos de la Cruz Roja, delegaciones de la Policía y el Servicio Médico Forense, sin encontrar rastros de ella.

Sin evidencias de que le haya sucedido algo malo, los miembros de su comunidad de Cuitaboca, en lo más alto de la sierra de Sinaloa municipio, tienen la esperanza de localizarla.

De nueva cuenta, varios indígenas tarahumaras, encabezados por José Román Rubio López, de la Central de Organizaciones Campesinas Populares, acudieron a la sede del Congreso del Estado en busca de ayuda para que se intensifique la búsqueda.

Dijeron que su percepción es que las autoridades judiciales sólo simulan la búsqueda de su compañera, puesto que en consultas y en casetas policiacas, los agentes desconocen los rasgos y características de ella e incluso no tienen sus fotos.

José Román recordó que la segunda quincena de septiembre, un grupo de 70 indígenas tarahumaras de la comunidad de Cuitaboca, entre ellos María, su esposo Fausto Castro y sus dos hijos, descendieron a la capital del estado en busca de apoyos en materia de salud, alimentos y de construcción de vías de comunicación.

Para ello instalaron un campamento a un costado del atrio de catedral, donde el menor de los hijos del matrimonio formado por María y Fausto, de nombre Ángel “N”, de sólo dos años de edad, presentó un cuadro de bronquitis agravado.

Como el menor no estaba registrado en el Seguro Popular, se tuvieron que hacer varios trámites para ingresarlo al Hospital Pediátrico, donde fue atendido.

El dirigente de la Central de Organizaciones Campesinas Populares explicó que la tarde del pasado 26 de septiembre, Olguín Olguín, quien había permanecido por varias horas cuidando a su hijo, bajó al área de urgencias para ser relevada por su esposo, Fausto Castro, quien la cubrió toda la noche.

Su esposo la buscó la mañana del 27 de septiembre para que lo supliera, pero se percató que la bolsa con las escasas pertenencias de su esposa se encontraban en un rincón del área de urgencias del hospital, sin rastros de ella.

José Román Rubio manifestó que la versión de la Procuraduría de Justicia del Estado es que fue vista cuando salió del Pediátrico, presuntamente rumbo al campamento, instalado a un costado de la catedral, en pleno centro, sin embargo nunca llegó.

Afirmó que la versión de que se pudo haber extraviado no tiene solidez, puesto que a 50 días de su desaparición no se tienen evidencias ni testimonios que permitan ubicarla, por lo que se teme que pueda estar retenida por alguien en contra de su voluntad.

Dijo que ningún rastro de ella se ha encontrado en la Cruz Roja, hospitales, delegaciones de policía e incluso en la morgue, por lo que se tiene confianza de que nada malo le haya sucedido.

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