Chilpancingo.— Luego de que abitantes de las comunidades de Petaquillas de Palo Blanco, de este municipio, se manifestaron frente al Congreso local para pedir a los diputados locales que los apoyen para capturar a uno de los coordinadores de la policía comunitaria, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, aseguró que hay personas que tratan de ayudar al pueblo y otras que “hacen un infierno a la ciudadanía por sus pugnas internas”.

Los pobladores pidieron la intervención para resolver los conflictos con la policía comunitaria, además de exigir la salida de Salvador Alanís, líder de la guardia comunitaria, dependiente del Frente Unido por la Seguridad y Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), por presuntamente cometer abusos en contra de habitantes de esas poblaciones, incluida Tierra Colorada, del municipio del mismo nombre.

A pregunta expresa sobre la resolución pendiente de un tribunal federal, en el sentido de que hay policías comunitarios que violan la ley al detener y realizar cateos, dijo esperar que esa resolución sea en contra de policías comunitarias que le “hacen la vida de cuadritos al pueblo, no a los que lo tratan de ayudar”.

Sin señalar directamente a la Policía Comunitaria del FUSDEG —que se encuentra actualmente en conflicto y en riesgo de un enfrentamiento por el control de la misma en Petaquillas y en el corredor que va de esa comunidad hacia el Valle del Ocotito hasta Tierra Colorada—, acusó: “Acá cerquita tenemos dos grupos encabezados por gente muy violenta”.

Pese a que uno de los grupos de policías comunitarios en conflicto se manifestó frente al Congreso local, el mandatario no aclaró si va a intervenir para resolver la disputa.

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