Al cumplirse mañana domingo un año del asesinato de  la chiapaneca Nadia Dominique Vera Pérez, del fotoperiodista  Rubén Espinosa, y de tres personas más, la madre de ésta, Mirtha Luz Pérez Robledo denunció que no se ha hecho justicia.

A un año  de “ la masacre”, acusó, no se tiene un móvil claro, no hay autoridad alguna que quiera realizar una investigación seria, justa, sin intereses políticos ni personales, sin dinero de por medio; “una investigación clara, diligente, exhaustiva, eficaz y científica”, enfatizó.

Sostuvo que no se han castigado a los verdaderos culpables de las filtraciones del expediente, ni investigado a quienes se apropiaron de las pertenencias de las víctimas, tampoco se ha  permitido declarar a los amigos, familiares y vecinos que han querido aportar información.

Dentro de esas irregularidades, señaló Pérez Robledo,  no  se ha buscado el arma del crimen. Asimismo no se mantuvo la cadena de custodia ni se protegió debidamente el lugar, los objetos y ninguna autoridad impidió que se modificara la escena del crimen.

Añadió que no se dio importancia que fueran asesinadas cinco personas, como tampoco se acataron  los protocolos, pero las autoridades dieron trato preferencial a los “¿interrogados?” de Veracruz.

En un comunicado, Pérez Robledo dijo que tampoco ha sido considerada la actividad de Nadia como como activista  ni la de Rubén Vera como periodista  en la ciudad de Xalapa, “como un hecho que los colocó en una situación de vulnerabilidad”.

A un año del quíntuple homicidio, denunció, no se ha investigado al gobierno de Veracruz, “cuyos policías estatales vestidos de civil detuvieron, golpearon y robaron a Nadia Vera, la subieron a una camioneta y la amenazaron por sus actividades políticas, entraron a su casa y husmearon, con lo que la obligaron a emigrar a la Ciudad de México”, asentó.

La activista Vera Pérez, el foto periodista  Rubén Espinoza y tres mujeres más fueron asesinados el 31 de julio en la colonia Narvarte de la Ciudad de México.

La madre de la extinta joven expresó que a un año de distancia no se ha brindado a familiares la ayuda de atención sicológica y jurídica.

“No  son capaces de entender que no hay dinero que repare el daño causado a nuestra familia y que pueda  devolvernos a nuestra Nadia, a nuestro Rubén; no hay dinero que pueda curar la hondísima herida de nuestro corazón”, lamentó.

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