cristina.pineda@eluniversal.com.mx

Televisa arriesga pero tiene sus reservas. En los últimos meses se han destacado por la inclusión de series en lugar de telenovelas, algo que cambia rotundamente con la tradición en la televisión mexicana.

Aunque desde adentro se ve como una evolución, los cambios no son radicales y eso se explica en la historia de Yago: un amor traicionado, que ya tuvo su estreno en Estados Unidos y en Blim, la plataforma en streaming de la empresa.

Sin embargo, para su llegada mañana a televisión abierta se contará con algunas escenas que fueron “suavizadas” con respecto a las versiones originales.

“Tiene un contenido más cuidado, con historias más crudas y reales que se agradecen pero es como Yago a la carta. En Blim está la versión más fuerte y en el canal 2 hay una versión más light porque al ser en televisión abierta se ha rebajado un poco. Se editó distinto, en la grabación algunas veces (en las escenas más violentas) hacíamos dos versiones, una con palabras altisonantes y luego lo rebajábamos”, explicó el protagonista de la serie, el actor español Iván Sánchez.

Su personaje es traicionado por sus amigos y por el amor de su vida, interpretado por la mexicana Gabriela de la Garza, quien se roba el plano de un casino y lo culpa de un delito que lo lleva a la cárcel.

La actriz reconoce como un acierto la decisión de tener dos diferentes lenguajes porque aún no existe la apertura suficiente en la televisión abierta.

“Yo creo que se tiene que hacer un cambio paulatino. Está increíble que se hagan este tipo de producciones y que el cambio ya se esté gestando; sin embargo, debe ser poco a poco para que lo acepten. Algunos se enojan y dicen ‘como si no estuviéramos listos’”, reflexiona Gabriela.

Flavio Medina es (nuevamente) uno de los villanos en esta versión y asegura que las plataformas ya son el presente y el futuro por lo que considera que es positivo que el talento, los guionistas y los directores mexicanos tengan ahora más trabajo.

“Debería existir una televisión en donde realmente puedas decir ‘vete a la ch...’ y cosas así; es el vocabulario con el que hablamos los mexicanos. Por eso se recurrió a hacer dos versiones o cortarlas en la edición, eso no significa que van a censurar o que va a ser totalmente fresa porque si no, no habría esta historia”, argumenta.

Novedoso. Por medio de 65 capítulos, la productora Carmen Armendáriz se acercó más al formato cinematográfico para contar una historia de venganza que parte de un amor que luego se convierte en resentimiento.

“Iván se mete en la piel de Yago. No ha sido complicado en el sentido físico o sicológico del personaje, lo que me encontré es que en esta historia el pasado es Omar (quien cambia luego el nombre a Yago) y todas esas escenas donde sucede el conflicto, la traición de sus dos mejores amigos y su novia las actuaba Francisco Pizaña (su papel de joven); entré en un punto avanzado en la historia y un pasado que como actor no había vivido cómo se llegaba ahí”, expresa Sánchez.

Para Gabriela, ser Sara es una oportunidad de convertirse en una mujer que no entra en los clichés o etiquetas acostumbradas en las telenovelas que, considera, van de salida al no interesarles a las nuevas generaciones.

“Es una mujer que la ha pasado mal en la vida y se ha tenido que defender como ha podido, ha tomado decisiones que no han sido las correctas muy a su pesar y la vida se las va a venir a cobrar tarde o temprano. No es fría ni calculadora como normalmente se ven en las telenovelas, es más real”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses