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Son mujeres, todas mexicanas y su vida se ha vuelto el reality show favorito de gran cantidad de público a través de Youtube.

Lo que tienen en común Mirella Muñoz, Érika, Lupita, Ruti y Mayra es que todas dejaron México, su país de origen, al enamorarse de un extranjero y cambiar su residencia a Francia, Israel, Japón y Corea . Sus vidas dieron un giro no sólo por el idioma que no dominaban, sino por la lejanía, las costumbres opuestas (y a veces incomprensibles) y la soledad que implica dejar atrás amigos y familia. De ahí que un día tomaran la cámara y comenzaran a mostrar su día a día.

Hoy cuentan con miles de seguidores que ven en sus canales una especie de reality show, una historia de amor, una guía de viajes muy particular, pero también han encontrado una fuente de ingresos, pues varias marcas se han interesado en trabajar con ellas.

Mirella conoció a su esposo, originario de La Isla de Reunión (Una colonia francesa en Sudáfrica) mientras trabajaba en EU. Decidieron irse juntos a París. Inspirada por el canal de Youtube de Ruti (radicada en Japón) decidió iniciar el propio para mostrar el París que ella vive todos los días y ser al mismo tiempo una inspiración para muchas mujeres que más allá de casarse y tener hijos, buscan conocer el mundo por sus propios medios; ella, por ejemplo, combinó su trabajo como niñera en París con su canal.

“La comunidad hispana viaja mucho a Europa y he visto que falta mucha información, me creo pionera en lo que hago y por qué no rentabilizarlo, soy honesta con la gente, mi mente trabaja como turista y como mexicana”.

Mirella actualmente cuenta con 30 mil seguidores en Youtube, videos que llegan a las 150 mil visitas y recientemente estuvo en México porque cinco marcas de diseñadores mexicanos se interesaron en trabajar con ella, algo que no está peleado con su interés en trabajar en un futuro con la Embajada de Turismo de París. Vivir en este lugar también le ha hecho reflexionar sobre su vida en ambos sitios, pues aunque, dice, no hay calidez como la de México ni paisajes como los de aquí, existen también grandes diferencias.

“Las posibilidades que tengo en México como mexicana son menores que las que tengo en París como extranjera, yo en México tuve trabajos sin estar dada de alta nunca, nunca tuve apoyos ni seguros ni nada y aquí soy extranjera todavía y tengo el mismo derecho que un francés, a excepción de votar por el presidente de la nación”.

A futuro, la vlogger se ve como una gran empresaria, idea que su pareja comparte y apoya, pero a veces, confiesa, es extraño querer grabar cada cosa que ocurre a su alrededor para sus fans. Muchos podrían ver su canal como una novela rosa que quisieran seguir en el aspecto de casarse y mudarse al extranjero; para todos ellos Mirella tiene un mensaje:

“Eso es televisión, no se maneja así, que la iniciativa sea conocer otro país; busca tus medios, hay becas, hay oportunidades, en mi caso ni siquiera imaginaba vivir en Europa y se me presentó esta oportunidad con mi esposo y la tomé, no me arrepiento, pero que no sea tu primordial pensamiento porque aquí no está la telenovela. Es padre y diferente vivir la cultura de otro país estando soltera y estando casada”.

El target de esta joven de casi 30 años abarca edades desde los 18 hasta por encima de los 30 y su público es principalmente de mujeres.

Desmitifican Israel. Érika conoció a Yeka, de origen israelí, en México y tras su boda decidieron irse a Israel, situación que la preocupó a ella y a su familia por las noticias en torno a este lugar. Sin embargo, vivir ahí la ha hecho cambiar de opinión respecto al país, cosa que ha compartido a través de sus videos en dos canales de YouTube. La vlogger estuvo de acuerdo en que su vida podría compararse con una historia de la televisión, sólo que llena de realidad.

“Es como una nueva forma de mostrar cómo es la vida en realidad, a veces las telenovelas muestran mucha fantasía de cómo se vive en otros países y a lo que otras mexicanas o chicas del mundo se enfrentan no solamente a la cultura sino al idioma, cómo salir adelante, eso es lo que le parece interesante a las personas”.

A diferencia de otros canales, ella aparece normalmente con su esposo compartiendo experiencias de viajes. Ambos realizan sus trabajos normales con este hobby.

En cuanto a la rentabilidad de su canal, cuenta que la han buscado varias marcas de ropa y otros productos con los que no tiene ningún problema de trabajar.

“Nosotros queremos enfocarnos en el tema del canal, que es mostrar cosas sobre Israel y si nos contactan las marcas sería para nuestro segundo canal que es más de vlogs diarios”.

Algo que ha hecho de su canal un espacio interesante para gente de otras latitudes es que ha mostrado sitios como el Mar Muerto y la ruta de Jesús como el Río Jordan y Nazareth.

En Corea, por amor. Lupita no titubea al reconocer que el único motivo por el que está en Busan, Corea, es por amor. Tiene 22 años, pronto cumplirá tres años viviendo en Corea y desde que se mudó se dedicó a registrar su día a día, así como cosas curiosas de este país, outfits y clases de coreano a través de dos canales de YouTube. Su esposo constantemente aparece y comparte con ella experiencias ante las cámaras, algo extraño en este país en donde la imagen se cuida sobremanera.

Algo que ella agradece es que haber estudiado gratis el idioma coreano y aunque extraña la comida mexicana y a su familia, aclara que no hay nada que el amor no pueda hacer, además que ha encontrado en Corea un lugar seguro, donde nadie la ha discriminado.

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