cesar.huerta@eluniversal.com.mx

La actriz Mónica Dionne quiere ser oficialmente cocinera y espera viajar a Argentina para hacer un posgrado en la especialidad.

Viajaría al Cono Sur por dos motivos principales, siendo el principal que allá puede tomar el curso en cinco meses, para una carrera que requiere de dos años.

“Aparte como está lejos, muy lejos, no es tan fácil que me llamen a un proyecto y pueda venir”, bromea. “Me muero de ganas de irme, uno para eso trabaja y no tiene hijos (risas)”, abunda.

La protagonista de Sexo, pudor y lágrimas y Mental indica que la fecha de su salida depende de los planes actorales, pero tampoco le incomoda. “Espero poder rentar el mismo lugar de la vez pasada y la escuela te pide que pagues antes o estando allá.

“Comer es mi deporte favorito, que quede claro: la comida me parece un universo alucinante, y cuando cocinas y a la gente le gusta lo que haces, es lo mejor”.

En cine. Dionne acaba de rodar las películas de comedia La paloma y el cuervo y No manches Frida.

En la primera, dirigida por Joaquín Bisner (Me late chocolate) interpreta a una trabajadora de hotel. “¡Es una mucama que si fuera real en el hotel la hubieran corrido desde el primer día!”, indica.

“Es metiche, impertinente, no mide las cosas, es medio cegatona y toda esa cuestión”, añade.

Para la segunda encarna a la directora de un colegio con alumnos problemáticos; comparte créditos con Martha Higareda, Omar Chaparro y Adal Ramones.

“Digo que Miss Gaby, la directora, es neurótica funcional, a la que nada le sorprende, así que es cool al respecto y divertida”, apunta.

También espera se concreten dos programas televisivos, que conduciría, así como algunas puestas en escena.

Este año la actriz montó Casa Matriz, obra de comedia donde era una mujer que se rentaba para hacerse pasar por la mamá de los clientes. Para 2016 espera el estreno de los largometrajes El viaje de Keta y Manuel de principiantes para ser presidente.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses