Coches inmortales como Juan Gabriel

espectaculos@eluniversal.com.mx

“Acostúmbrese a esto muchacho, vamos a triunfar”, aconseja José Alfredo Jiménez tras salir de su auto después de dormir un poco para combatir la borrachera, mientras da un par de palmaditas y un billete a Juan Gabriel.

Es una escena de la serie Hasta que te conocí, filmada frente al Teatro Blanquita. El cantante de música ranchera y El Divo de Juárez interactúan en torno a un auto rojo impecable. Se trata de un vehículo Citröen francés modelo 1961 que fue restaurado durante años por su dueño original, pero hoy es parte de la historia contada de Juanga.

Producciones como Hasta que te conocí, La vida de Blue Demon, El día del Temblor o La Ruta de los Caídos remiten al pasado a través de la conjugación de vestuario, arquitectura y otros instrumentos de utilería, en donde los automóviles no pueden faltar, por lo que se convierten en “protagonistas” de alguna escena.

Con chofer incluido. “Alquilé el coche, no al chofer”, cuenta entre risas Héctor Villagómez sobre su experiencia hace un par de meses cuando acudió con su Dodge Limousine 1934 a calles del Centro Histórico de esta capital, para que su vehículo “actuara” para La ruta de los Caídos.

Villagómez, vocal de la Asociación Mexicana del Automóvil Antiguo Texcoco A.C., es uno de estos coleccionistas a los que él describe como “locos”, por tener la pasión y la paciencia para restaurar por años cada uno de estos vehículos que llegan a ser partícipes de la historia a través de la pantalla.

“Fue para la película sobre la vida de Plutarco Elías Calles, con el actor Joaquín Cosío; cuando vas a este tipo de producciones tú como dueño eres responsable de mover el vehículo para la escena que te indiquen, aunque no necesariamente actúes”, refiere.

Villagómez estaba enfrente de la locación, “los de la producción pensaron que era parte del grupo de actores extras, terminaron por caracterizarme con mi uniforme de chofer y decirme ‘póngase usted aquí’”, detalla entre carcajadas tras compartir esta alegría de participar junto con su auto para una cinta de carácter histórico.

Algo similar recién vivió Luis Monterrubio Cortés. Lo buscaron para solicitarle que su Ford Deluxe 1939 color azul “actuara” en la serie de Blue Demon. “Hay una escena de acción en el estado de Hidalgo, donde incluso a mí me toca participar manejando y luego huyendo; este coche lo buscan por su ubicación histórica, y me encanta la idea de compartirlo con la sociedad para recordar a este luchador”, refiere mientras limpia su auto, aunque en realidad parece que lo acaricia.

A Rogelio Orozco su Citröen 1961 le cambió la vida. A sus 54 años recuerda que este vehículo lo adquirió cuando él tenía 18 años de edad. Hoy, es parte de la serie Hasta que te conocí.

“Mi hija me decía hace tiempo: ‘ya déjalo morir’ —al vehículo—. Con mi otro hijo lo volví a restaurar a partir de 2010. Resulta que coincidente con su aparición en la escena afuera del Teatro Blanquita donde representan a Juanga y José Alfredo, fallece en realidad Alberto Aguilera Valadez días despúes, y el auto ‘hoy está más vivo que nunca’ junto con El Divo de Juárez”, refiere con un dejo de emoción combinado con nostalgia por la muerte del cantante.

La sonrisa de Rogelio desaparece. Otro de sus autos dejó un hueco en el garaje: “Me falta una parte de mí”, refiere. En el barrio de San Pedro, en Xochimilco, le robaron en abril pasado un Renault Alliance. “Le conocían todos como ‘El Rojito’”.

Su vehículo estaba en el trámite para pasar a la categoría de auto antiguo. Acababa de cumplir los 30 años, lo cual es el requisito que se pide. Pero le queda un consuelo: “Podré verlo de nuevo porque me lo pidieron para la filmación de la película sobre el terremoto de 1985, y cada que sea aniversario del terremoto, más lo recordaré”.