Que sólo se guía por sí mismo y que su confianza está básicamente puesta en sus propias herramientas, es algo que buscó dejar en claro Johnny Depp en Toronto, donde se encuentra presentando la cinta "Black Mass", en la que encarna al gángster
de Boston Whitey Bulger.

"No veo películas, así que no sé qué está haciendo otra gente, porque no me importa lo que está haciendo otra gente", dijo en cita con la prensa. "Quiero hacer lo que quiero hacer y si funciona, bien, y si no, a la mierda con eso, puedo volver a poner gasolina".

"Black Mass", dirigida por Scott Cooper y que se estrena el viernes en Estados Unidos, es una mirada completa a los lazos de lealtades en los barrios que fomentaron la protección del FBI a la pandilla Winter Hill de Bulger, con la que se erradicó la mafia italiana de Boston, pero se remplazó con el control de asesinos irlandeses-católicos.

La cinta está basada en el libro de los reporteros del Boston Globe Dick Lehr y Gerard O'Neill, y es la primera basada en hechos reales sobre el importante jefe de la mafia e informante del FBI (la inspiración al gángster que Jack Nicholson encarnó en "The Departed"), desde que Bulger fue arrestado en California en 2011, tras años en la fuga. Bulger obtuvo dos sentencias sin posibilidad de obtener la libertad condicional por, entre otras cosas, su relación con once asesinatos.

"Black Mass" tiene un gran elenco, incluyendo a Joel Edgerton, Benedict Cumberbatch y Julianne Nicholson. Pero el Bulger de Depp es la pieza central de la película y ha llevado a que suenen predicciones que ponen al actor en la mira de los Oscar. En una entrevista conjunta con Cooper, ambos charlaron sobre los retos de interpretar a un criminal que, como dijo Cooper, "dejó una herida emocional en Boston".

"No quisiera faltarle el respeto a las víctimas o a las familias de las víctimas, pero una parte de mí estaba contenta de que hullera", dijo Depp. "Por 16 años estuvo en la fuga y no estaba causando problemas, vivía su vida, bien por él".

Con el cabello rubio peinado hacia atrás y su piel pálida pecosa, el Bulger de Depp es desgarrador por su crueldad y sangre fría, sin nada de las extravagancias que han acompañado algunas de las recientes películas del actor de 52 años, como "El Llanero Solitario" y "Mortdecai". Pero Depp, quien interpretó con clemencia a John Dillinger en "Public Enemies" de Michael Mann, dijo que trató de encontrar la humanidad de Bulger.

"No lo puedes manejar como un gángster. No lo puedes manejar como innatamente malo, porque nadie se levanta en la mañana, se rasura y dice 'soy un patán malo' ", dijo Depp. "Es un niño católico y de alguna manera retorcida es el pilar de la comunidad, muy sensible de muchas maneras".

Depp dijo que la primera vez que salió maquillado durante la filmación en Boston quedó "congelado". Cooper también recuerda vívidamente las reacciones impresionadas de los bostonianos, algunos de los cuales conocieron a Bulger y no estaban dispuestos a verlo resurgir en las calles del sur.

"Johnny se arriesga como actor de una forma en la que la mayoría de los actores de cine no lo harían, porque tienen demasiado miedo de perder a su público y de perder su estatus como estrellas de cine", dijo Cooper, director de los dramas de gente de la clase trabajadora "Crazy Heart" y "Out of the Furnace". ''La transformación emocional y psicológica que vi en este hombre, que es tan dulce, gentil, amable y considerado en eso, ni siquiera sé de donde viene".

"Creo que lo llaman esquizofrenia", respondió Depp.

cvtp

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