Para los más extravagantes y cazadores de nuevas experiencias, el hotel Inn at the Agora, en Maine, abre las puertas de una habitación única en su tipo.

El hotel fue construido en  la iglesia St. Patrick, donde el sacerdote Thomas Wallace vivió y finalmente murió, no sin antes ordenar que sus restos reposaran en una cripta dentro de un cuarto en el templo. Hasta 2009 él fue el único en esa habitación, pero sus restos fueron removidos.

La habitación mantiene la mayoría de sus condiciones originales. No es una experiencia apta para claustrofóbicos y menos para los creyentes de lo sobrenatural. Pero si quieres disfrutar de un paquete que incluye una "última comida", ataúd con cama para dos, selección de películas clásicas de terror y una botella de Bloodeaux; éste es el lugar para ti. Eso sí, la experiencia es totalmente recreativa, ya que no está permitido pasar la noche ahí, pero sí hospedarse en el hotel próximo a la cripta.

Además, el hospedaje en el Crypt Hotel puede incluir un tour por la casa de Stephen King y el vecindario.

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