Amsterdam.— El PSV Eindhoven impuso la lógica para ganar 0-3 al Groningen y lograr su décima Supercopa de Holanda tras una final en la que aprovechó la inexperiencia de su rival, que luchó por primera vez por un título que coronó a Adam Maher, autor del golazo que sentenció el duelo.

El mediocampista holandés de origen marroquí acabó con las esperanzas de la ciudad de Groninga, que soñó con levantar un trofeo que su equipo nunca había conseguido con anterioridad. Su tanto, el segundo del PSV en el minuto 50, fue un jarro de agua fría para los hombres de Erwin van de Looi, que hasta ese instante plantaron cara al campeón de la Eredivisie.

Antes del zurdazo desde fuera del área con el que Maher acabó con la ilusión del Groningen, el Groningen mereció por lo menos haberse marchado a los vestuarios con un empate. Sin embargo, su inocencia delante de la portería de Jeroen Zoet fue determinante para que el marcador luciera un 0-1 al descanso.

Y eso que el PSV se presentó al encuentro con alguna duda tras firmar una pretemporada irregular después de perder dos partidos ante el Basilea y el Mónaco. Además, sin sus dos estrellas del curso pasado, Memphis Depay y Georginio Wijnaldum, vendidos al Manchester United y al Newcastle para ingresar 47 millones de euros, la incertidumbre era mayor antes del primer choque importante del curso.

Philipp Cocu sentó en el banquillo al mexicano Andrés Guardado (falló un penalti en el minuto 88) , que sólo se había entrenado dos días tras ganar la Copa de Oro con la Selección, y dio salida a Davy Pröpper, uno de los fichajes del club con los que el técnico del PSV espera no perder el nivel del año pasado.

El Groningen, que dedicó toda su pretemporada a preparar este partido, dominó casi todo el primer tiempo. Suyas fueron las mejores ocasiones, pero el PSV fue más efectivo y al final se alzó con la esparada victoria y el título del certamen.

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