Una nueva galería del Museo Británico de Londres, presentada hoy, albergará la colección de tesoros medievales y renacentistas que le legó en 1898 el barón inglés de origen judío-alemán Ferdinand de Rothschild.

"El legado de Waddesdon", que el museo londinense abrirá al público el 11 de junio, se exhibía hasta ahora en una sala adyacente más pequeña que no permitía apreciar el valor de las obras de arte reunidas durante años por la dinastía de banqueros.

Antes de llegar al Museo Británico, las piezas, entre ellas joyas, cerámicas, vasijas e incluso armas, estaban en la mansión familiar en la campiña inglesa, Waddesdon Manor, en la sala conocida como "The Smoking Room".

Con esta nueva galería, que conecta el pasado de las piezas en Waddesdon con su presente en el Museo Británico, la colección "se puede entender por primera vez en su contexto histórico e intelectual", según la comisaria de la muestra, Dora Thorton.

La colección cuenta la historia de Europa y de los Rothschild y muestra el ascenso de esta familia que se hizo un hueco entre la aristocracia europea del siglo XIX.

La trayectoria de la conocida dinastía, desde el gueto judío de Fráncfort (Alemania) hasta convertirse en uno de los grupos de banca más influyentes del mundo, es una de las historias de superación de la adversidad más conocidas de Europa.

De orígenes humildes, a finales del siglo XIX la familia poseía una línea de ferrocarril europea y dominaba la industria minera mundial.

Los Rothschild invirtieron su fortuna en propiedades imponentes que llenaron con suntuosas obras artísticas, de las cuales algunas pueden verse en la exposición del Museo Británico.

Entre las joyas más destacadas de la muestra, se encuentra el "relicario de la Santa Espina" del año 1400, esculpido en oro y con incrustaciones de gemas alrededor de una espina que supuestamente pertenecía a la corona que llevaba Cristo en la crucifixión.

La "Campana de Cellini", del famoso orfebre alemán del siglo XVII Wenzel Jamnitzer, es otra singular joya que se puede admirar en la exposición, con sus decoraciones de escarabajos y lagartijas diminutas fundidos en plata.

Las piezas de esta valiosa exhibición están fabricadas a partir de los materiales más exóticos: desde ámbar y cristal de Murano, hasta conchas, frutos secos y huevos de avestruz.

La nueva galería está diseñada por el arquitecto Stanton Williams, con una disposición que evoca "The Smoking Room" o sala de fumar, donde estaban expuestos los objetos originalmente, tal y como la concibió el Barón Rothschild.

Dora Thorton aseguró que el propósito de esta nueva sala dedicada a los tesoros de la célebre dinastía y financiada por su fundación "no es tanto mostrar su riqueza y poder, si no más bien ser un espacio de discernimiento sin ostentación".

La muestra, apuntó, pretende arrojar luz sobre la historia de Europa desde los ojos de estos singulares coleccionistas.

sc

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