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Ya en El impostor, Javier Cercas se había adentrado en ese afán de querer borrar un pasado vergonzoso inventándose uno glorioso, heroico; sin embargo, ahora en El monarca de las sombras, el escritor español se adentra en ese pasado de violencia en medio de una guerra, que siempre es cruenta. Pero resulta que ese pasado no es el de otro, sino el suyo y el de su familia, producto de la Guerra Civil Española.

“Yo cuento mi historia y la de mi familia para contar todas las historias. Es decir, pretendo lo que pretende la literatura: convertir lo particular en universal; universalizar mi propia experiencia, mis propias dificultades para asumir el peor pasado, mi peor pasado y el de mi familia, el pasado que menos me gusta, el pasado más duro y más equivocado. De esto habla este libro, este libro no habla de la Guerra Civil sino de la herencia de la Guerra Civil; de la herencia de violencia con la cual todos cargamos, los mexicanos, los españoles, todos sin excepción, una herencia que no sabemos en qué consiste porque nuestras familias callan”, señala el narrador en entrevista.

Desde que tuvo memoria, Javier Cercas siempre estuvo perseguido por un hecho del pasado, la historia de un muchacho, su tío abuelo materno, llamado Manuel Mena, quien en 1936, cuando tenía 17 años de edad, al estallar la Guerra Civil se incorporó al ejército de Franco; y ese muchacho murió a los dos años en la batalla del Ebro. Ocurre que durante dos décadas ese muchacho fue el héroe oficial de la familia, pero cuando acabó el franquismo, su familia quemó todas sus pertenencias y trató de ocultar ese pasado tan moralmente vergonzoso.

“Cuando se trata del peor pasado, el más violento, lo que hacemos los seres humanos es callarlo o edulcorarlo o enmascararlo u ocultarlo. Ese es un instinto de los seres humanos. Lo que intento en este libro es lo contrario, es asumir ese pasado tal y como es. ¿Por qué asumirlo?, porque es mi herencia, todos cargamos con esa herencia y es indispensable saber en qué consiste porque si sabes en qué consiste, sabes manejar esa herencia y no incurrir en los mismos errores en que incurrieron tus antepasados, si no sabes en qué consiste, esa herencia te maneja a ti y tienes todo para repetir los mismos errores”, afirma el celebrado escritor.

Aunque en 2001 con Soldados de Salamina Javier Cercas ya se había adentrado en el pasado y había hablado de un héroe anónimo que estuvo en la Guerra Civil, ahora después de tantos años logró escribir sobre su pasado familiar. “Uno regresa a los orígenes”, asegura el narrador español nacido en 1962. Dice que él nunca había escrito de ese pueblo del que procede y pensó que incluso nunca sería capaz de escribir sobre Manuel Mena, “que representa el primer interrogante serio que yo me he hecho en la vida porque mi madre me hablaba de él, porque mi madre es en realidad la verdadera protagonista secreta del libro, porque es ella quien me lega toda la herencia, es ella la que me hablaba de este muchacho”.

Cercas asegura que El monarca de las sombras es un intento de asumirse a sí mismo como es, pues representa ir al origen e intentar reconstruir ese pasado que no fue fácil. “Cómo contar la historia de un chamaco casi anónimo del que se habían quemado casi todos los documentos que existían, porque la familia los quemó para no sufrir más, esa es una escena del libro que yo creía que iba a ser la imagen inicial: mi madre llega al pueblo y ve cómo quemaban todas sus pertenencias, la ropa y los papeles. Qué se podía recuperar de esa historia, de esa herencia que era la mía, que además simbolizaba la peor herencia de mi familia, la herencia de la violencia, de la guerra, de los errores que cometieron al hacer una causa políticamente injusta”, señala.

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