Durante la mañana, el payaso gordito con la cara blanca, roja y azul animaba una fiesta infantil o algún desfile benéfico en las calles de Illinois. Durante la noche, el mismo hombre con un pasado de abusos buscaba a jovencitos para ultrajarlos, estrangularlos y enterrarlos en el sótano de su casa. Su macabro récord de asesinados llegó a 33 antes de su captura en 1978, su sentencia a muerte en 1980, y su larga espera hasta la ejecución definitiva por inyección letal en 1994. Tenía 52 años.

Su cinematográfico nombre era John Wayne Gacy. Su sobrenombre profesional, Pogo el payaso. Esa paradoja del clown colorido, divertido y bonachón, pero a la vez perverso y desquiciado fue el germen para una de las creaciones más recordadas del maestro del horror Stephen King: Pennywise, el payaso de It, la novela de mil 500 páginas que más pronto que tarde tendrá una nueva adaptación fílmica.

Temores ocultos

Los payasos perturbadores no son una novedad. King lo llevó a otro nivel, pero ya el Joker de Batman y Ronald McDonald –cada uno a su manera– eran versiones bastante truculentas de este personaje. Luego vendrían varios otros, desde Krusty de los Simpson hasta la moda de disfrazarse como payaso asesino, broma que comenzó a expandirse el año pasado en Estados Unidos y Canadá y se extendió a otras partes del mundo.

Pero no solo se trata de un fenómeno de la cultura popular. La psicología tiene un nombre para explicar el miedo irracional a los payasos o a los mimos: se llama coulrofobia y es un mal que afecta sobre todo a niños, pero que tiene una  bastante habitual proyección hacia la adultez. Algunos estudios lo atribuyen al cargado maquillaje que suelen llevar estos personajes, como una máscara que oculta alguna siniestra identidad; otros apuntan más bien a la risa desternillada y absurda, a la mofa gratuita que nos ataca sin contemplación.

Risa y espanto

El villano de It no es precisamente un payaso, sino un ser indefinido que puede tomar la forma del payaso para alimentarse de los miedos de sus víctimas. Y allí el mérito máximo de Stephen King: encontrar en las fobias el néctar perfecto para darle vida a su monstruo.

Tras la recordada miniserie de los 90, este año se estrenará una película que dirigirá el argentino Andrés Muschietti (el de la exitosa cinta de terror Mamá) y que vestirá con peluca y traje de arlequín al sueco Bill Skarsgard. Que le haga honor al libro es algo que todos esperamos.

Igual, la expectativa está: el primer avance del filme alcanzó 197 millones de visitas en You Tube en 24 días. El tráiler con más reproducciones en un día de toda la historia. Inequívoca señal de que aún nos unen la risa y el espanto.

sc

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