Luego de cuatro meses de detención, "la sombra de la cárcel" acompañará para siempre a la famosa novelista Asli Erdogan, pero ella no piensa callarse frente a un poder al que acusa de ahogar cualquier voz discordante.

Asli Erdogan, de 49 años, habló sobre su detención y su miedo a regresar a la cárcel, en un tono que mezcla resignación y determinación, en entrevista a la AFP en Estambul.

"El peor sentimiento cuando uno está en la cárcel es que nunca saldrá da ahí: solo se ven muros, ningún horizonte", dice.

Asli Erdogan, que no tiene ninguna relación de parentesco con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, fue liberada el 29 de diciembre tras haber pasado 132 días detenida provisionalmente en el marco de un proceso por pertenecer a "una organización terrorista".

Pero Asli Erdogan, cuya detención provocó una ola de indignación en Turquía y en Occidente, no fue absuelta y pesa sobre ella el riesgo de ser condenada a prisión perpetua por colaborar en el diario prokurdo Ozgür Gündem, cerrado en octubre pues fue acusado de "propaganda terrorista". El proceso debe reiniciarse el 14 marzo.

"Por supuesto que tengo miedo" de regresar a la cárcel. "La pesadilla puede volver en cualquier momento", dice Erdogan, cuya liberación condicional fue acompañada de prohibición de abandonar el territorio turco.

Las novelas de Asli Erdogan fueron traducidas en varias lenguas. El último libro traducido aparecido en francés, el Edificio de piedra (Actes Sud, 2013), denuncia la tortura y las condiciones de detención en Turquía.

No contempla mostrar lo que ha vivido en prisión en un libro, pero afirma que esta experiencia marcará sus escritos.

"Mi trabajo literario se inspira ampliamente de mis traumatismos pasados. Pienso que todo lo que escribiré ahora será marcado por la sombra de la prisión", afirma.

La detención de Erdogan y muchos otros intelectuales y periodistas, ocurrió cuando vastas purgas fueron iniciadas por el poder luego del golpe frustrado de julio.

Turquía sigue viviendo al ritmo de esas purgas, pero está descartado que Asli Erdogan adopte un perfil bajo después de su liberación para dejar pasar la tormenta.

"Debo decir al mundo entero hasta qué punto ese proceso es injusto y kafkiano. Mientras más hagamos escuchar nuestras voces, será mejor. Hay 151 periodistas en la cárcel y debemos seguir hablando", dijo.

"No pienso que guardar silencio me protegerá. Solo soy una escritora, no soy la vanguardia de la causa kurda o de cualquier otra causa. El régimen me apresó y eso le puede ocurrir a cualquier otro escritor". agregó la novelista.

Y la situación no está a punto de cambiar pues un referéndum, sobre cuyo resultado no hay duda según ella, que concierne la ampliación de los poderes de Erdogan, será organizado en las próximas semanas.

"Es concebido para que gane el "si" y será así. Este plan parece funcionar salvo si un milagro ocurre, pero no ocurrirá" dijo.

"La prensa fue ampliamente reprimida y un cuarto de los diputados del tercer partido de oposición (HDP, prokurdo) están en la cárcel", dice Erdogan. "¿Cómo se podría organizar una campaña por el 'no'?"

"Siempre dije que el peligro real que amenaza a Turquía no es la charia sino un régimen totalitario. Temo que está a punto de realizarse". agregó. "Vamos a vivir durante diez años o veinte bajo un régimen de junta".

Pero Erdogan no contempla partir al exilio, aunque antes de su detención pensaba irse a vivir a Dinamarca por dos años.

"Escribo en turco y mi relación más fuerte con este país es la lengua, por lo tanto yo debo quedarme en Turquía si quiero conservar mis relaciones emocionales con esta lengua. Pero la experiencia que viví me mostró claramente que mi destino ya no está en mis manos", añade.

Y agrega con un tono fatalista: "Estoy segura que si se quieren deshacer de mí, me harán saber que debo irme".

sc

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