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En años anteriores, Contec, el encuentro entre profesionales del libro, la innovación y la tecnología, impulsado por la Feria del Libro de Frankfurt, se había realizado en Brasil y Colombia, pero este año se celebrará en México después de varias gestiones. A través de mesas de diálogo, exhibiciones, talleres y asesorías individuales, el foro tenderá puentes y sostendrá un intercambio de experiencias entre iniciativas mexicanas, alemanas y finlandesas.

El encuentro, que se realizará el miércoles y jueves de esta semana en el Centro de Cultura Digital, incluye el concurso de historias Beemgee-Ink it!. Claudia Reyes, representante para México de Marifé Boix, vicepresidente de la Feria de Frankfurt, asegura: “A diferencia de esos países en los que la edición académica ha sido eje del proyecto, en México el perfil del programa es con base en el libro, la innovación, la tecnología y las industrias creativas”.

Reyes dice que esto brinda la posibilidad de hablar de nuevas plataformas, comunicación a través de redes, contacto con las historias y los libros, con el cine, el videojuego y diferentes plataformas, no solamente con las que ya conocemos, como los celulares o las tabletas que utilizamos para leer en electrónico, sino maneras diferentes de crear y de concebir.

La idea es analizar cómo las diferentes plataformas y el vínculo que tiene la industria editorial con la industria creativa pueden modificar las prácticas de consumo y los modelos de negocios. “Vemos cómo se democratizan las plataformas, se democratiza la forma en que se transmiten y así se va abriendo un campo que sólo es posibilitado por las plataformas digitales”, dice Reyes.

Durante el encuentro se conocerán experiencias como Fullstopp, empresa consultora especializada en el sector editorial desde la academia; o el trabajo de Impress y Dark Diamonds, dos sellos digitales de la editorial Carlsen Verlag; o Beemgee, una herramienta que permite la construcción de estructuras narrativas e historias que incluyen personajes y dramaturgia.

En contraparte está la experiencia mexicana a través de proyectos como el Programa e-Literatura, que dirige Mónica Nepote, en el Centro de Cultura Digital, que implica tres proyectos: la revista electrónica 404, una sección de libros descargables y gratuitos, y e-Literatura, dedicada a la literatura electrónica. “Tanto en la revista como en los libros buscamos hacer un espacio de reflexión y de divulgación, nuestro eje es hacer una especie de laboratorio tanto de producción como de investigación en torno a nociones como literatura electrónica”.

Nepote asegura que el espacio quiere generar información que explique cómo se produce este tipo de literatura, y cómo se lee, cómo se entiende, cómo se codifica y qué implica, cuántas acepciones hay, porque esto de la e-Literatura, dice, es un universo complejo. “Antes que decir hacia dónde vamos, hay que pensar qué se está haciendo”. Por su parte, Adriana Casas, del Centro Multimedia del Cenart, asegura que su apuesta es en la formación y educación de las nuevas generaciones en temas que les interesa: robótica, imágenes en movimiento, maping escultórico, realidad virtual y videojuegos.

Tomás Granados, director de la editorial Grano de Sal —que está punto de lanzar—, participa en este foro como moderador de la mesa sobre iniciativas mexicanas de publicación digital. Él es muy crítico sobre el tema, dice que en contenidos digitales hay avances, pero todavía son muy pequeños. Cita como ejemplo Libros Pimienta, de Aránzazu Núñez, quien es representante de Bookwire México y directora de StoryLab; Libros Malaletra e Ink-it.

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