Dentro de la oncología, los cánceres pediátricos suponen un reto especial: a pesar de tratarse de un padecimiento frecuente en personas adultas, el representa solo 5% de todas las neoplasias de los mexicanos de acuerdo con elartículo El niño de población abierta con cáncer en México. Consideraciones epidemiológicas, por lo que es considerado por los especialistas como una entidad compleja al momento de identificar las causas que le anteceden.

Uno de los tipos de cáncer más frecuentes en niños a nivel mundial es la leucemia linfoblástica aguda, pero es la Ciudad de México la que tiene una de las tasas más altas reportadas a nivel internacional, conclusión a la que llegó a principios de este siglo un grupo de investigadores de la Unidad Médica de Alta Especialidad del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Según datos de la Agencia Informativa del Conacyt, desde 1995, los doctores Arturo Fajardo Gutiérrez y Juan Manuel Mejía Aranguré, adscritos al iniciaron una investigación cuyo objetivo fue conocer la incidencia de la leucemia linfoblástica aguda en esta metrópoli, esfuerzo que continuó en los siguientes años con importantes colaboraciones.

De acuerdo con el doctor Juan Manuel Mejía Aranguré, estudios epidemiológicos realizados por el Centro Médico Nacional Siglo XXI permitieron detectar que las leucemias ocupan casi 50% de todos los cánceres pediátricos en México, mientras que en Estados Unidos el porcentaje es menor a 40% del total de los cánceres en niños.

De acuerdo con Juan Manuel Mejía Aranguré existen cuatro rearreglos génicos presentes en casi 40% de personas con cáncer, y que han sido reportados en estudios científicos internacionales; no obstante, la presencia de estos marcadores en pacientes mexicanos es menor a 20%.

Las pruebas

Tras varias pruebas de laboratorio, el grupo de investigación al que pertenece el doctor Manuel Mejía llegó a la conclusión de que la frecuencia de los rearreglos génicos comunes en otras poblaciones no lo son para la mexicana.

“Si tenemos una elevada incidencia de leucemias linfoides y estos rearreglos génicos no se distribuyen con la misma frecuencia en nuestra población, comparado con la caucásica, esto nos llevó a pensar que quizá hay genes distintos a los reportados que determinen, por un lado, el porqué México tiene una mayor frecuencia de leucemias en niños y, por otro lado, tengan un peor curso de su enfermedad”, comenta.

Es así que el Centro Médico Nacional Siglo XXI y el Inmegen iniciaron un estudio financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que hace uso de las más avanzadas hasta el momento, y cuyo fin es identificar marcadores genéticos de interés para el diagnóstico y el seguimiento de la respuesta al tratamiento de las leucemias linfoides en niños.

De acuerdo con Hidalgo Miranda, quien participa en la ejecución del proyecto antes mencionado junto a la doctora Silvia Jiménez Morales, de esta manera se podrán tomar decisiones terapéuticas y diferenciar grupos de riesgo de una forma relativamente más rápida, práctica y adecuada.

“Por otro lado, también realizamos estudios para ver si el genoma de los niños clasificados como de mayor riesgo presenta cierto tipo de mutaciones en genes particulares. La idea es hacer una evaluación de todo el ADN de los pacientes y encontrar subgrupos de los genes que se activan e inhiben, a si esta expresión génica se asocia con alguna respuesta clínica o no”, detalla.

A decir del especialista, se trata del primer estudio realizado en niños mexicanos con este tipo de abordaje, que conjunta la experiencia de grupos clínicos de investigación y especialistas en tecnologías genómicas.

Por su parte, en el Instituto Nacional de Pediatría (INP) las doctoras Patricia Pérez Vera y Adriana Reyes León han iniciado un proyecto que involucra el estudio de las variantes genéticas del gen ARID5B, que han sido asociadas —en estudios internacionales— a susceptibilidad y riesgo de recaída en niños con leucemia linfoblástica aguda.

Patricia Pérez Vera, doctora en ciencias biológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y experta en genética y cáncer en pediatría, señala que estos polimorfismos podrían identificarse como marcadores de susceptibilidad de desarrollo de este tipo de cáncer infantil en niños mexicanos.

“Hay polimorfismos génicos que son variaciones de un solo nucleótido y son propios de cada población, que se han asociado a la susceptibilidad a desarrollar leucemia. Indagamos las variantes génicas del gen ARID5B y encontramos que algunas son significativamente más altas en pacientes mexicanos con leucemia linfoblástica, lo que indica que es un buen marcador de susceptibilidad”, indica Patricia Pérez Vera.

Mediante colaboraciones con el Hospital Infantil del Estado de Sonora y el Hospital de Especialidades Pediátricas de Tuxtla Gutiérrez, se pretende estudiar el componente genético de estas regiones y comparar los resultados de este gen con los de la población del centro del país.

“Uno de nuestros intereses es saber por qué los mexicanos son más susceptibles a este tipo de padecimiento. La población de estudio de Sonora probablemente sea diferente por tener un componente mayormente caucásico con respecto a la población del centro y a la población de Chiapas. Vamos a contrastar los resultados de este gen en estas poblaciones”, dice.

Expectativas

Identificar la genética de la población de niños con leucemia permitirá entender por qué el pronóstico de las leucemias en niños mexicanos es diferente en comparación con otras regiones del mundo y entender el porqué de la elevada incidencia de este tipo de cáncer en niños mexicanos.

jpe

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