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Los adultos mayores que realizan actividad física podrían retrasar su envejecimiento cerebral hasta en 10 años en comparación con quienes permanecen sedentarios.
Esta es la conclusión de un estudio de la Universidad de Miami, publicado en la revista Neurology.
Los investigadores tomaron en cuenta a 876 personas mayores de 65 años ya reclutadas para otros estudios sobre salud y les preguntaron sobre sus niveles de actividad física.
Posteriormente, se les hicieron pruebas de memoria, preguntas sobre pensamiento lógico y una resonancia magnética en el cerebro.
Cinco años después, se les practicó una segunda prueba y a los 10 años, otra.
Allí se vio que quienes hacían ejercicio tenían una salud cognitiva muy similar a la del primer estudio, mientras que quienes permanecieron sedentarios sí tuvieron una pérdida muy fuerte de sus facultades mentales.
“No se requiere hacer mayores niveles de actividad física. Basta con caminar, trotar o hacer yoga unos minutos al día”, dijo en un comunicado de prensa Clinton Wright, coordinador de la investigación.
kal
