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En la primavera de 2017, a Eliud Kipchoge lo separaron 25 segundos de convertirse en el primer ser humano en correr la distancia de la maratón (42 km) por debajo de las dos horas.
Este otoño, el keniata lo volverá a intentar en lo que para muchos es más un show de marketing que una hazaña deportiva.
Y es que Kipchoge al igual que hace un par de años, correrá auxiliado por otros ateltas de alto rendimiento que a lo largo de la ruta irán ingresando y saliendo para marcarle el ritmo a Kipchoge. Un automóvil se pondrá al frente de ellos para cortar el viento.
Ninguna de estas ventajas está permitido para establecer un récord mundial avalado , pero es el intento por tener al primer hombre que atraviese la meta por debajo de esta barrera de tiempo.
El primer intento que realizó en un autódromo de Monza fue criticado por la comunidad corredora a nivel mundial por valerse de “trucos” para lograr el objetivo. Sin embargo la carrera atrajo mucha atención, con decenas de miles de personas que vieron la trasmisión. Para buscar las mejores condiciones, el “maratón” , se llevó a cabo de madrugada y con una pista plana.
Cuando la gente vio a Kipchoge acercarse de manera tentadora a la barrera de dos horas, y otros dos maratonistas que no se acercaron en absoluto, la gente comenzó a comprender cuán difícil sería correr en menos de dos horas sin importar cuánta ayuda y apoyo pudiera recibir un corredor.
Kipchoge
es dueño del récord mundial oficial, cuando en septiembre pasado marcó en Berlín 2:01:39 bajo condiciones legales.
Para esta ocasión, Londres será el sitio donde el keniata busque ser el primer hombre por debajo de las dos horas.
