El Pollo Briseño corrío desesperado hacia el árbitro Adonai Escobedo. Con sus dedos ha formado la señal de la cruz y la besa, jurando por lo más sagrado que hay penalti.

Pero el árbitro no le creyó ni a la cruz del Pollo, tuvo que ir al VAR para validar la marcación: mano y penalti, penalti a favor del Rebaño Sagrado.

¿Quién más para cobrarlo que el héroe de muchas noches?

se pone frente a la pelota, Óscar Ustari no se resigna y se lanza al momento en que el delantero contacta el balón, pero este no va a la red, va al poste. Lo ha fallado y el Pollo ya no besa la señal.

Una muestra más que lo que necesita Chivas es más que un milagro. Otra decepción, otro juego sin ganar y lo peor, contra diez hombres, porque Pachuca jugó gran parte del partido en desventaja por la expulsión de Óscar Murillo.

Empate sin goles.

¿Jugó mal el Guadalajara? El marcador señala esto como afirmación, no puede ser que contra diez, no se pueda vencer.

Ya no hay más pretextos, ya tiene a su centro delantero, tiene a todos sus jugadoes, con excepción de JJ Macías, sanos, pero no se le da el gol. En el análisis a fondo se puede adicionar que las Chivas generan y que el portero rival tuvo unas de esas noches de ensueño, donde se crece ante la adversidad. pero fue contra diez, eso es una afrenta.

En igualdad de condiciones, Pachuca mostró que fue a ganar a la casa del Rebaño. El Wacho Jiménez salvó su arco en repetidas ocasiones, y ya contra diez, también tuvo que mostrar sus cualidades.

La realidad es que las Chivas no ganan, cinco puntos de 18 posibles y el puesto de Ricardo Cadena se tambalea cada vez más. Pero la realidad es que la noche de ayer no fue su culpa, el responsable fue la figura, el hombre que más cobra, el que tiene el "10" en la espalda.

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