
Vehículos antimotines, motociclistas, policías armados, montados a caballo y un helicóptero.
Con ese aparatoso dispositivo de seguridad, el América hizo su arribo al estadio Olímpico Universitario.
Más de 15 años pasaron (2001) para que los azulcrema llegaran a la casa de los Pumas en su autobús y no en camionetas blindadas.
Los efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina permitieron que el transporte americanista llegara a Ciudad Universitaria en sentido contrario por Insurgentes.
Ninguno de los hinchas auriazules pudo acercarse al camión emplumado.
Se espera que las revisiones a los barristas del América sean estrictas, aunque aún no llegan a CU.