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En 90 minutos todo puede esfumarse para Cruz Azul. El liderato, el título de la Copa MX, el poderío en el Estadio Azteca y todo el proceso de Ricardo Peláez serían nada si La Máquina queda eliminada de la Liguilla.

Los cementeros tendrán la complicada labor de encontrar una llave para abrir el candado de Diego Alonso. Monterrey es consciente de que un gol a favor aseguraría su pase, ya que obliga a Cruz Azul a marcar tres.

En el otro banquillo, Alonso inyectará el ADN charrúa en sus jugadores para no permitir algún espacio a la ofensiva celeste, además de que implentará un juego físico, al igual que en la ida. Con la ventaja de un gol, los Rayados esperarán la oportunidad de contragolpe para aniquilar.

El Cruz Azul no había pisado las semifinales desde el Clausura 2013, y quedarse a un paso de la disputa por el título sería un nuevo fracaso. El árbitro central para el duelo será Fernando Guerrero, mientras que Jorge Isaac Rojas estará en el América-Pumas.

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