Para el ex boxeador mexicano no es fácil recordar que a causa de sus golpes un compañero de profesión perdió la vida, pero el apoyo de su familia y equipo fue vital para seguir su carrera con el mismo profesionalismo.

El 19 de septiembre de 1980 “ Lupe” Pintor defendió el título gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) tras noquear en 12 rounds a Owen en Los Ángeles, California, quien quedó en coma y murió casi dos meses después.

“No es agradable saber que en tus manos quedó la vida de alguien más”, dijo Pintor en una plática con Víctor Silva, del CMB, seguro de que en esta complicada profesión muchas veces suben dispuestos a dar la vida.

“Lo recuerdo como a un amigo, compañero de profesión, muy decente, respetuoso. A final de cuentas es trabajo. Tú llegas preparado como él para pelear por un título del mundo y cuando llega esa oportunidad subes a veces dispuesto a dar la vida con tal de obtener ese objetivo”, recordó.

 

Dijo que cuando él retó y destronó a Carlos Zárate en junio de 1979 no le importó nada, pues sólo quería el título y lo logró incluso tras ser enviado a la lona, y tras el pleito con Owen lamentó lo ocurrido.

“Si me hubiera tocado estar en la situación de Owen, fue en una lid de trabajo, en la mejor… así fue la determinación de él, desgraciadamente me tocó a mí combatirle, noquearlo y después que se fuera su vida. Es algo muy difícil, una tragedia y es duro recordarlo”.

Aunque por su mente pasó el retiro luego de la muerte de Owen, el “Grillo de Cuajimalpa” dijo que platicó con su familia y equipo, quienes le dijeron que para seguir en el pugilismo tenía que entregarse al máximo, pues cualquiera llegaría con ambición y él corría el riesgo de sufrir.

“‘Si le sigues, síguele con todo, sino vas a seguir así aléjate, quítate, porque quien venga viene con un propósito, con esa ambición, y te va a borrar del mapa’”, le dijeron, por lo cual decidió seguir, “sabes que si no lo haces con ese profesionalismo te puedes quedar en el camino y pasar lo mismo”.

La pelea con Owen fue la tercera defensa del título gallo de “Lupe” Pintor, quien realizó ocho antes de perder con Wilfredo Gómez en diciembre de 1982; tres años después fue campeón supergallo, pero lo perdió en su primera defensa.

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