Hace un mes, en EL UNIVERSAL Deportes hubiéramos ubicado a los Padres de San Diego en el fondo de Grandes Ligas. Sin una base sólida o un pelotero estrella que pudiera detener la sequía de 11 años sin una postemporada.

La novena californiana sacudió a la MLB cuando firmó a Eric Hosmer, con un contrato de 144 millones de dólares por ocho años. El primera base era uno de los peloteros más cotizados durante el invierno, después de que no llegara a un acuerdo con los Royals de Kansas City.

Hosmer se convirtió en el jugador más caro en la historia de la franquicia, con un salario de 20 mdd por campaña hasta 2022. La firma del jugador de 28 años de edad también incluyó una clausura sin canje por las primeras tres temporadas. El nacido en Miami puede liberarse, si él lo desea, a partir de 2023.

El panorama de los Padres para este año todavía luce muy complicado, ya que compite directamente con Dodgers de Los Ángeles, Diamondbacks de Arizona y Rockies de Colorado. Pero los aficionados podrán digerir mejor la campaña gracias a su nuevo primera base.

Hosmer es un caballo de hierro, que no se cansa y lleno de fuerza. El pelotero estuvo en los 162 juegos de la temporada pasada, con Kansas City, con un promedio al bat de .318, con 25 jonrones, 192 imparables y 94 carreras impulsadas.

En su nueva etapa dentro de Grandes Ligas, el primera base proyecta confianza a una organización que no pisa Playoffs desde 2006 y que acumula nueve campañas perdedoras en la última década. San Diego todavía no estará en postemporada este otoño, pero sí tiene la intención de demostrar una mejoría a su afición.

La firma de Hosmer también le da un respiro a Wil Myers. El también primera base, quien ahora se mantendrá por completo en el jardín derecho, tenía tres años con la carga de los Padres.

El manager, Andy Green, no tendrá problema en organizar su lineup. La velocidad de Myers encaja perfecto con las aptitudes de Eric Hosmer sobre el plato. Wil lleva dos campañas consecutivas con más de 25 vuelacercas y, por lo menos, 20 bases robadas. Una conexión que funcionó con Royals.

En el montículo todavía hay complicaciones para San Diego. Clayton Richard será el as en la rotación, que no cuenta con otro brazo letal, como el del zurdo.

Probablemente el joven Dinelson Lamet pueda apoyar algo a la causa, tras demostrar potencial durante su campaña de novato.

Pagar un boleto para ver a los Padres podría valer la pena durante 2018, con Hosmer asegurado en prácticamente todos los juegos y un Wil Myers con más libertades. En San Diego no tienen aspira-ciones de campeonato, mas sí de una campaña con mejores resultados.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses