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gabriel.cruz@eluniversal.com.mx
Hasta hace unas semanas, Armando Araiza no sabía si su destino estaría ligado a los Diablos Rojos del México en la campaña 2019. Así que cada oportunidad de jugar la explotó al límite para convencer a su manager de que podía competir por un lugar atrás como receptor, con Ricardo Valenzuela y Eduardo Revilla.
Como buen catcher, el sonorense atrapó el reto y el pasado 23 de marzo su esfuerzo fue premiado de manera especial, al convertirse en el primer pelotero en anotar en el lujoso estadio Alfredo Harp Helú, la nueva casa de los Diablos Rojos.
“Es una hermosura de estadio y el terreno está perfecto, lo vamos a disfrutar al máximo y a dejarlo todo por el objetivo de ser campeones. Haber anotado la primera carrera fue muy significativo, me siento contento”, compartió.
Estacionado en la segunda almohadilla, jamás pensó que la suerte lo tenía marcado, “iba hacia el home, pero no pensaba en que era la primera carrera, solamente en anotarla”.
Minutos antes, Jesús Fabela sacó el bat a tiempo para poner la pelota en el jardín, con el primer sencillo en la historia que apenas inicia en el nuevo Infierno: “Es algo que no voy a olvidar jamás. Ahí va a estar mi nombre en la historia del equipo”.
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