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La alimentación de las personas ha ido modificándose con el paso de los años. A los alimentos de origen natural se le han sumado productos procesados y ultraprocesados que han despertado el alerta en la comunidad científica sobre su impacto en la salud.
Más allá de lo señalado, algunas prácticas en torno a la alimentación se mantienen como parte de la tradición de algunas culturas. Así es como, por la injerencia de la medicina tradicional, muchas personas utilizan plantas, semillas, hierbas y raíces para alimentarse y proteger su salud de ciertas dolencias y enfermedades.
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Alimentación para el cerebro
Desde el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos señalan que la salud cognitiva es la capacidad de pensar, aprender y recordar claramente. Además, es necesaria para realizar muchas actividades cotidianas de manera efectiva por lo que debe ser protegida ante factores genéticos, ambientales y de estilos de vida.
Los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos indican que hay muchas cosas que se pueden hacer para proteger el cerebro a medida que se envejece. En este punto, recomiendan mantener una alimentación saludable, beber suficiente líquido, limitar el consumo de alcohol, dormir lo suficiente, hacer actividad física, mantener la mente activa con el aprendizaje, la enseñanza y el voluntariado, mantenerse conectado con los seres queridos y amigos, y controlar los problemas de salud crónicos como la diabetes, la presión arterial alta y el colesterol alto.
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Retomando lo anunciado al principio, cuidar del cerebro a través de la alimentación es posible gracias a una planta utilizada por pueblos originarios que es una fuente de juventud y mejora el rendimiento cognitivo. Se trata de la guayusa, originaria del Amazonas, y que las comunidades indígenas utilizaban para consumir en forma de infusión.
La guayusa aporta cafeína, teobromina, triterpenos, derivados del ácido clorogénico, vitaminas del complejo B, C y D, y minerales como magnesio, calcio, potasio y zinc, según un informe del Instituto Universitario Misael Acosta Solís (Ecuador). Su impacto en la salud, al consumirla en forma de infusión, se centra en su aporte para disminuir el nerviosismo y la ansiedad, la reparación y el crecimiento celular, otorgar un efecto energizante equilibrado y por sumar a nuestro organismo antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres y reducen el daño oxidativo en el cuerpo, lo que puede tener efectos positivos para la salud cognitiva, mejorando su rendimiento y retrasando el envejecimiento, según destaca el Instituto de Salud Funcional Mente – Cuerpo (México).