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Para lograr un cambio cultural en el sistema de impartición de justicia en México, se necesita la colaboración de todos, afirmó el subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la Procuraduría General de la República (PGR), Gilberto Higuera Bernal.
En el Congreso Internacional “Cambio Cultural en el Nuevo Modelo de Justicia Penal”, organizado por el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), el funcionario se pronunció por revisar la Ley de Amparo, para adecuarla a las exigencias del Sistema Penal Acusatorio.
Reveló que los juicios de amparo que se han promovido en el sistema acusatorio, son pocos y están centrados en la impugnación de actos de vinculación a proceso, órdenes de aprehensión y mandatos de comparecencia: “Básicamente, todavía no son muchos los juicios de amparo, más bien los procesos de impugnación están en la revocación y en la apelación hablando en términos generales.
“Sin duda toda la legislación tiene que ser objeto de revisión permanente... El Código Nacional de Procedimientos Penales fue objeto de dos reformas y está siendo objeto de una tercera, por lo tanto, la legislación complementaria o la que se refiere a la regulación del proceso penal tiene que tener también un proceso de revisión”, consideró.
El titular del Inacipe, Gerardo Laveaga, advirtió que la “proliferación de amparos” es una muestra de las resistencias contra el Sistema de Justicia Penal, que “se explican por la inercia y los intereses que hay en juego. Algunas de estas resistencias son descomunales y han implicado una proliferación de amparos, una figura que tiene que ser revisada”.
Laveaga Rendón aseguró que en México hace falta una cultura de la organización, porque a menudo los agentes del Ministerio Público están más concentrados en los procesos y no en los resultados: “No se trata de ignorar el proceso, sino vincularlo con los resultados esperados, este olvido ha sido trágico”, señaló.
Reveló que en el país 5% de los delitos que se comenten son castigados y 70% de los autores de esos ilícitos fueron detenidos porque se les sorprendió en flagrancia.
“Debemos inquietarnos, durante años lo primordial fue cumplir con los pasos que decía el código... nuestra vocación de no apartarnos un ápice de lo establecido generó injusticias a granel y una entendible desconfianza en nuestras instituciones y autoridades. Afortunadamente las cosas están cambiando”, dijo.
El comisario público de Seguridad Nacional de la Secretaría de la Función Pública, Manuel Galán expuso que la violencia y la delincuencia se deben enfrentar eficazmente con procesos “claros, limpios y ajenos a prácticas que caerían en el desuso o ineficientes”.
