La presidenta de la fundación Vamos México, Marta Sahagún, rechazó los señalamientos que se han hecho en su contra, los cuales calificó de engaño a la opinión pública y una calumnia a su persona.

“En varios medios de comunicación ha circulado información sobre mi persona que es perversa y falsa. Niego categóricamente los hechos insinuados, son un verdadero engaño a la opinión pública y una calumnia a mi persona”, señaló la exprimera dama.

El pasado 7 de enero, el titular de la informó que hay una denuncia en contra de la congregación católica los Legionarios de Cristo, por el presunto delito de lavado de dinero.

Nieto Castillo aseguró que no se investiga a la esposa del expresidente Fox Quesada, Marta Sahagún, quien está vinculada a esa organización religiosa.

“Sólo queremos verificar si fue la tesorera o no de los Legionarios de Cristo”, indicó.

Un comunicado fue difundido en la cuenta personal de Twitter del expresidente Vicente Fox Quesada. La esposa del exmandatario dijo que está “a favor de la transparencia y rendición de cuentas y sé que quienes hemos trabajado en política corremos el riesgo de ser calumniados”.

Como ha informado EL UNIVERSAL, los Legionarios de Cristo tienen 961 sacerdotes y 617 seminaristas en el mundo, 150 colegios, 21 institutos superiores y nueve universidades en 16 países, lo que constituye a la congregación como una de las más organizaciones religiosas más adineradas, incluso se les conoce entre sus detractores como Los Millonarios de Cristo.

En diciembre pasado, los Legionarios de Cristo reconocieron que , incluidos 60 agredidos por su fundador, el padre Marcial Maciel, quien falleció en 2008.

En un informe se acusa a 33 sacerdotes como responsables de los casos de pederastia contra estos jóvenes, en su mayoría de entre 11 y 16 años de edad. En 2006, el papa Benedicto XVI ordenó el retiro del padre Maciel del ministerio sacerdotal y le instruyó a que llevara “una vida discreta de oración y penitencia”.

Los Legionarios de Cristo señalaron en su momento que el sacerdote Marcial Maciel, “con el espíritu de obediencia a la Iglesia [católica] que siempre lo ha caracterizado, ha aceptado la decisión con total serenidad y con tranquilidad de conciencia, sabiendo que se trata de una nueva cruz que Dios ha permitido que sufra y de la que obtendrá muchas gracias” para la congregación.

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