La noticia bomba de la semana se parece mucho a una de las grandes películas de Alfred Hitch- cock, El hombre que sabía demasiado. ¿Por qué? Desde una conexión segura, El Foco hace un breve repaso a la extensa carrera del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Eduardo Medina Mora, a través de lo que los entendidos llaman las “cañerías del poder”: director general del Centro de Investigación Nacional, secretario de Seguridad Pública, procurador General de la República, embajador en el Reino Unido, embajador en Estados Unidos, y todo en un periodo que va de 2005 a este mes y que abarca los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador. ¡Vaya! ¡No hay duda de que Medina Mora era una especie de Edgar Hoover o de Allen W. Dulles, maestros del espionaje en el FBI y la CIA!, suelta sorprendido El Foco.

Enciende su pipa al lado del whisky single malt, ¿o del mejor vodka degustado por la nomenklatura y el KGB?, y desmenuza su reporte ejecutivo: Según información del Departamento del Tesoro estadounidense y la Agencia Nacional contra el Crimen británica, compartida a la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, en juego hay cuentas del ministro por 2.3 millones de libras esterlinas y 2.1 millones de dólares en el banco HSBC... que, por cierto, en 2012, pagó la cifra récord de mil 900 millones de dólares a las autoridades de Washington para eludir sanciones después de lavar al menos 880 millones de dólares del narcotráfico mexicano...

El Foco. Renunció el ministro, pero sus cuentas siguen pendientes
El Foco. Renunció el ministro, pero sus cuentas siguen pendientes
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