Donald Trump da que hablar por acción u omisión . La controversia surgió esta vez por no haber cantado correctamente el himno nacional, del que pareció incluso perder el hilo y olvidar segmentos , durante su asistencia a la final de la liga universitaria de futbol americano.

El presidente Donald Trump acaparó el lunes los reflectores al bajar al campo durante el himno nacional antes del juego entre Alabama y Georgia en la final del fútbol americano universitario.

Meses después de aventurarse en e l conflicto cultural de las protestas durante el himno , el presidente fue recibido por decenas de miles de personas en Atlanta entre aplausos y abucheos. Después de ser escoltado al campo por miembros del Cuerpo de Capacitación de Oficiales de la Reserva (ROTC por sus iniciales en inglés), el mandatario se mantuvo de pie con la mano sobre el corazón y con una bandera estadounidense en la solapa.

Cantó algunas palabras del himno entonado por la Zac Brown Band de Georgia y un coro de góspel.

Trump ha criticado a los jugadores profesionales de fútbol americano que se arrodillan durante el himno en protesta por las injusticias raciales, así como a la NFL por permitírselos.

“Queremos que se respete nuestra bandera”, dijo Trump horas antes durante un discurso en Nashville, Tennessee, “y queremos que también se respete nuestro himno nacional”.

La mayoría de los jugadores universitarios permanecieron en los vestuarios durante el himno.

El presidente observó el juego desde un palco privado con vista a la banca de Alabama, rodeado de estudiantes del ROTC. El periódico Tuscaloosa News había reportado que él hablaría en la transmisión radiofónica de Alabama durante el encuentro, pero eso no ocurrió en la primera mitad.

Trump dejó el estadio después de los dos primeros períodos y con Georgia al frente 13-0. El cantante de rap Kendrick Lamar, quien ha sido crítico del presidente, ofreció el espectáculo del medio tiempo.

Algunos manifestantes se reunieron antes del partido cerca del estadio para gritar consignas contra el mandatario. Y muchos aficionados parecían molestos por las largas filas de ingreso debido a las fuertes medidas de seguridad.

ESPN, que televisó el juego, dijo el domingo que era poco probable que se realizara una entrevista con Trump durante el encuentro. Stephanie Druley, vicepresidenta de eventos y programas de estudio de ESPN, dijo que la cadena había contactado a la Casa Blanca y que no “tenía la percepción” de que la entrevista se fuera a concretar.

En octubre pasado Trump criticó a ESPN después de que la presentadora de “SportsCenter” Jemele Hill tuiteó que él era un “supremacista blanco”.

Las cadenas con frecuencia procuran entrevistar al presidente siempre que asiste a alguno de los juegos que transmiten.

lsm

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