Después de 172 días de arresto y en uno de los casos emblemáticos del asedio a la libertad de prensa en casi 14 meses de crisis política en Nicaragua, los periodistas nicaragüenses Lucía Pineda y Miguel Mora fueron liberados hoy en la madrugada en Managua tras ser acusados de “provocación, proposición y conspiración para cometer actos terroristas” por el régimen del presidente Daniel Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

Pineda y Mora

prometieron que intensificarán la lucha por la libertad y de la democracia con justicia en Nicaragua y exigieron que Ortega y Murillo adelanten los comicios presidenciales de 2021 a 2019, para la construcción democrática en esa nación convulsionada por su peor crisis sociopolítica e institucional desde el fin de la guerra en 1990 y la más grave del siglo XXI.

“Feliz”, proclamó Pineda desde su casa de habitación en Managua en una entrevista con la Voz de América (VOA) , un medio televisivo, radiofónico y multimedios del gobierno de Estados Unidos, en la que se mostró sonriente y en la que con un mensaje de contundencia demandó la liberación de todos los prisioneros políticos en Nicaragua . Por la crisis, se calcula que entre 700 y 800 nicaragüenses fueron detenidos por causas políticas.

Con una misión del Comité Internacional de la Cruz Roja como testigo, Ortega y Murillo liberaron hoy a 56 nicaragüenses, de acuerdo con datos preliminares de fuentes de la oposición de Nicaragua.

El proceso se insertó como parte de una amnistía aprobada el sábado anterior por la Asamblea Nacional de Nicaragua, que está bajo control del gobierno como parte del mando que también ejerce sobre los poderes Judicial, Ejecutivo y Electoral, así como en el temido aparato policial y paramilitar.

La liberación es “un gran logro para todos los familiares” de los prisioneros políticos, dijo el dirigente opositor nicaragüense Juan Sebastián Chamorro.

Los anuncios sobre la liberación de ambos comenzaron a circular desde anoche dentro y fuera de Nicaragua, en medio de los profundos cuestionamientos a la pareja gobernante sobre las violaciones y los abusos de los derechos humanos y, en particular, por cercenar la libertad de prensa y de expresión.

Los dos comunicadores fueron detenidos el 21 de diciembre anterior en sus puestos de trabajo en las instalaciones del ya clausurado telenoticiero independiente 100% Noticias, en Managua, por orden de Ortega y de Murillo, en un allanamiento policial y paramilitar.

Ambos fueron capturados en el contexto de las multitudinarias protestas antigubernamentales que estallaron el 18 de abril de 2018 en Nicaragua para exigir la dimisión de Ortega y de Murillo y de su régimen, calificado por la oposición política nicaragüense como una dictadura dinástica.

La pareja presidencial siempre negó las acusaciones en su contra, desmintió que hubiera presos políticos y de conciencia y replicó que es víctima de un intento terrorista de golpe de Estado promovido por sus rivales políticos con respaldo del gobierno de Estados Unidos.

Según el gobierno, los detenidos son responsables de alterar el orden democrático e institucional en Nicaragua, por lo que reiteradamente rechazó la posibilidad de adelantar las elecciones y reafirmó que su mandato constitucional de cinco años concluirá en enero de 2022. Ortega gobierna consecutivamente desde enero de 2007.

En medio del conflicto político que sacude a Nicaragua, al menos 66 periodistas nicaragüenses huyeron al exilio, varios quedaron presos y uno murió: Ángel Gahona.

lsm

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