Las autoridades de México anunciaron anoche que han recibido en su embajada en Quito, Ecuador, a seis personas: legisladores y sus cónyuges, para brindarles “protección y resguardo”, que se suman a otra legisladora ya refugiada allí.

En un comunicado de Cancillería, se informó que las personas recibidas en la legación diplomática son: “Luis Fernando Molina, asambleísta alterno nacional; Soledad Buendía, asambleísta nacional, y su cónyuge; Carlos Viteri, asambleísta nacional, y su cónyuge, Tania Pauker; y Leónidas Aníbal Moreno Ordóñez, Procurador Síndico de la Prefectura de Pichincha”.

El pasado 12 de octubre ya se había ofrecido resguardo a la diputada Gabriela Rivadeneira, del Movimiento Político Revolución Ciudadana. En el comunicado, Cancillería reitera su “compromiso con el respeto, protección y promoción de los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su afinidad política”, reafirma su “postura de no intervención y su deseo por una salida democrática, pacífica y dialogada a la situación por la que cruza Ecuador”.

No se explican los motivos por los que se solicitó la protección. En el caso de Rivadeneira, ella denunció en una carta —de la que EL UNIVERSAL tiene copia— haber padecido “un seguimiento extrajudicial en los últimos días, con agentes de la DGI [Dirección General de Inteligencia], carros de la policía, militares y civiles frente a mi domicilio, mi despacho y mis espacios de militancia”.

Rivadeneira, aliada del expresidente ecuatoriano Rafael Correa, negó en la misiva que el correísmo, como alega el gobierno de Lenín Moreno, haya generado el conflicto que azotó Ecuador por el repudio de indígenas, trabajadores, estudiantes y otros sectores a un decreto gubernamental de ajuste económico que eliminó un subsidio a combustibles.

La política de 36 años insistió en que sufrió “un verdadero acoso y amedrentamiento que se suman a otros anteriores que denuncié oportuna y públicamente” a la ministra ecuatoriana de Gobierno, María Paula Romo, “sin obtener respuesta alguna”.

Sin éxito, EL UNIVERSAL intentó obtener una reacción del Ministerio de Gobierno a la acusación de Rivadeneira, reelecta en 2017 como asambleísta.

Según la opositora, recibió “amenazas, no sólo a mi integridad sino a la de mi familia, incluyendo a mis hijos de 12 y nueve años”, lo que catalogó como “inadmisible en mi caso y en el de cualquier persona”. La embajada mexicana no respondió una consulta sobre la situación de Rivadeneira. Con información de José Meléndez/Corresponsal

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