Caracas.— El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó ayer un aumento del salario mínimo de un 150% a partir de diciembre, como parte de unas medidas de ajuste al programa económico con el que intenta paliar una severa crisis económica.

El ingreso base de los trabajadores pasará de mil 800 bolívares a 4 mil 500 bolívares a partir del primero de diciembre, dijo el mandatario socialista a la televisora estatal, como parte de algunas “correcciones” que se preparan al paquete de medidas que empezó a aplicar desde agosto.

Los mismos 4 mil 500 bolívares, que se cambian por menos de 10 dólares en el mercado paralelo e ilegal, según las leyes que rigen el férreo control cambiario que existe en el país desde 2003, aplican para todos los pensionados venezolanos y las llamadas “tablas salariales” de los empleados públicos. Maduro añadió que las bonificaciones de fin de año, así como millones de otras que reparte su gobierno en ayudas sociales cada mes, se ven igualmente afectadas por el aumento.

También entregará a los inscritos en el carné de la patria, un censo paralelo que la oposición denuncia como un intento por controlar a los venezolanos, un “bono único” de 2 mil bolívares o 23.10 dólares.

El plan también prevé subir el precio de la gasolina, prácticamente regalada, pero aún no se concreta.

El salario mínimo venezolano equivale a medio petro, unidad al que está anclado. El petro nació a finales de 2017 como un criptoactivo, pero que de momento opera como un certificado de ahorros.

En agosto pasado, cuando Maduro anunció su paquete económico, indicó que el petro, que fue declarado como ilegal por el Parlamento y sancionado por el gobierno de Estados Unidos, se fijaba en 3 mil 600 bolívares. Ayer lo elevó hasta los 9 mil bolívares (100 dólares), al tiempo que invitó a los venezolanos a invertir en este certificado.

El ajuste viene después que Maduro ordenó en agosto elevar 60 veces el salario mínimo de los trabajadores para mejorar su poder de compra bajo una hiperinflación y una recesión, una medida que entró en vigor en septiembre.

“Este factor de corrección llega como un regalo de Navidad... [Es] para mejorar la vida del pueblo”, dijo Maduro desde el palacio presidencial. “Hemos logrado una desaceleración importante de la inflación, aún preocupante”, agregó.

Critican la medida. La crisis, que la oposición califica como humanitaria y compleja, llevó a Maduro a lanzar un paquete de medidas que, según expertos, es impertinente y sólo alimenta la hiperinflación, que de acuerdo al pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI) cerrará en 2 millones 500 mil este año en la nación caribeña.

“Hay victorias pequeñas y tempranas en la desaceleración de la inflación, [está] muy por debajo de las profecías del Fondo Monetario Internacional”, sostuvo Maduro.

El programa de Maduro también incluye el control de precios de al menos 40 productos entre alimentos y artículos de higiene personal y del hogar, que la agencia de noticias EFE ha podido constatar escasean hasta en la capital del país.

El presidente reconoció ayer que este esquema de congelación de precios fue burlado “en un nivel muy importante”, y adelantó que fijará pronto nuevos montos máximos para estos productos.

“Pueden aumentarlo [el sueldo] nominalmente todo lo que quieran. Sin cambiar el modelo, sin elevar la producción-productividad, es imposible que gane poder de compra”, opinó Henkel García, de la consultora Econométrica.

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