Washington.— Los jóvenes activistas surgidos del tiroteo en una escuela de Parkland, Florida, que acabó con la muerte de 17 personas en febrero de 2018 y despertó un movimiento procontrol de armas en todo el país, presentaron ayer su hoja de ruta para cambiar las leyes sobre acceso a armamento en el país.

Los jóvenes se habían mantenido en silencio en las últimas semanas, pese a que a principios de mes se produjeron dos tiroteos masivos en El Paso, en Texas (22 muertos), y Dayton, en Ohio (nueve muertos), que volvieron a poner sobre la mesa el tema de las armas en el país.

La propuesta Un plan de paz para unos Estados Unidos más seguros, no se centra sólo en una ampliación de la revisión de antecedentes de salud mental y criminales de los compradores. sino que busca crear un registro nacional de licencias de armas, con análisis integrales y renovables anualmente; la prohibición de armas de asalto, gran calibre y amplia capacidad de munición; la creación de una figura que vele por la prevención de la violencia de las armas en el país; el incremento de las restricciones en la compra y posesión de armas, incluyendo el aumento de la edad mínima a los 21 años, igualándola a la de consumo de tabaco y alcohol.

“Este plan es algo que creemos sinceramente que, como país y como estadounidenses en contra de la violencia y luchando por la paz, podríamos apoyar”, dijo David Hogg, uno de los líderes del movimiento March for Our Lives. “El tiempo de las plegarias terminó. Es momento de cambio real y acción real”, añadió.

La idea de los jóvenes es que sus propuestas sean integradas en los programas electorales de los aspirantes demócratas a la presidencia de Estados Unidos, que han convertido el tema de las armas en uno de los asuntos a debatir en la contienda electoral en 2020.

“Urgimos a los candidatos a que miren nuestra agenda. No podemos permitirnos que los tiroteos en tiendas, iglesias, centros comerciales y colegios sean algo normal”, añadió Tyah Amoy-Roberts, otra de las supervivientes del tiroteo en la escuela Escuela Marjory Stoneman Douglas de Parkland.

Los activistas de March for Our Lives nunca escondieron su voluntad de convertirse en agentes políticos, y esperan que, tal y como ya consiguieron en 2018, puedan provocar un auge en la participación juvenil en las urnas con más votos que exijan más control de armas en el país.

Pese a que 94% de la población está en favor de endurecer el acceso a armas, entre los legisladores no hay apetito de cambio.

El presidente Donald Trump, quien tras los recientes tiroteos abogó finalmente por algunos cambios y mayor restricción, se retractó en las últimas horas, asegurando que el país ya tiene fuertes medidas de control y prometiendo a la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) que no habrá un sistema de revisión de antecedentes universal en todo EU. Ayer se limitó a decir: “Quiero armas en manos de personas que son mentalmente estables”.

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