Atenas.— Los bomberos continuaban buscando ayer a personas bloqueadas en sus casas o en vehículos carbonizados en las localidades griegas de Mati y Rafina, arrasadas por los incendios que dejaron al menos 81 muertos pero que según autoridades ya están bajo control.

Por la tarde, un fuerte aguacero extinguió el último foco, en el monte de Gerania, a unos 70 kilómetros al oeste de Atenas. En las localidades de veraneo de Rafina, Mati y Neos Voutzas, al este de la capital helena y muy afectadas por las llamas, los equipos de rescate y voluntarios seguían buscando a más víctimas en las casas completamente calcinadas.

Sólo en las últimas 12 horas se encontraron cinco cadáveres carbonizados. En el hospital murió un hombre de 84 años y otras 11 personas se encontraban en estado crítico, con asistencia respiratoria.

La búsqueda no es sencilla: “No siempre es fácil entrar a las casas, puesto que algunas amenazan con derrumbarse”, dijo a la AFP una agente de protección civil. Los alcaldes de los pueblos de la región expresaron el temor de que la cifra de muertos aumente a más de 100. Los siniestros son de los más mortíferos en lo que va del siglo tras los de Australia en 2009.

En vista del estado de los cuerpos, su identificación será larga, subrayó la portavoz de los bomberos, Stavroula Maliri.

La justicia griega abrió una investigación para determinar las causas de la catástrofe, anunció la fiscalía de Atenas. “Tuvimos incendios forestales en 2007, tuvimos incendios forestales en 2009. ¿Por qué la ciudad no estaba preparada?”, se preguntó una vecina desolada.

El gobierno aseguró que todas las familias serán indemnizadas, que tomaría a su cargo las exequias y que exoneraría a los sobrevivientes de impuestos sobre las casas y terrenos, así como de las facturas de electricidad durante 2018.

Anoche, el portavoz del gobierno, Dimitris Tzanakopoulos, anunció un catálogo de medidas. Por ejemplo, 10 mil euros (11 mil 700 dólares) de indemnización por la pérdida de un pariente cercano, 5 mil 900 dólares por una casa destruida, tomar a cargo a los huérfanos, y medidas puntuales que llegan hasta el ámbito universitario.

También anunció la creación de una cuenta especial para donaciones, en particular desde el exterior, puesto que varios países ya han demostrado gran solidaridad, y mencionó un monto de 40 millones de dólares por parte del Estado griego para recuperar la zona.

Poco a poco se van conociendo detalles dramáticos de la tragedia. Una niña de 13 años se precipitó por un acantilado cuando ya no había salida. “Su ropa ardió. El infierno en llamas [estaba] tras ella. Se precipitó al vacío y murió en el acto”, contó en la televisión una testigo presencial.

Un bombero relató que vio dos cuerpos carbonizados en el interior de un coche quemado en Mati. “¿Qué son esas mochilas detrás de ellos?, me pregunté”, recordaba el hombre en la radio. Entonces se dio cuenta de que las supuestas mochilas eran en realidad niños que se habían agarrado a sus padres.

Entre los desaparecidos están dos gemelas de nueve años cuyos padres dijeron haberlas buscado en hospitales, estaciones de policía e incluso en la morgue tras haberlas visto en un noticiario cuando las bajaban de un bote junto con otros sobrevivientes. El padre de las menores, identificado como Yiannis Philippopoulos, dijo que aún no tenía noticias de ellas ni de los abuelos, que se encontraban con las niñas cuando se desató la tragedia.

En total se quedaron sin electricidad alrededor de 7 mil 500 hogares. La localidad de Mati permanecerá previsiblemente sin agua durante 15 días y sin corriente eléctrica un mes.

La ciudadanía se ha volcado en acciones de solidaridad, hasta el punto de que el municipio de Rafina, en el epicentro de la devastación, ha señalado que no se da abasto con los víveres y artículos de primera necesidad donados.

Bomberos e hidroaviones chipriotas, rumanos e italianos han participado en las labores de extinción. España envió dos aviones anfibios y cuatro tripulaciones para apoyar. También Francia, Israel, Bulgaria, Macedonia, Portugal y Croacia están colaborando. Médicos Sin Fronteras están prestando servicios médicos y de salud mental a los afectados en Rafina. La organización Solidarity Now creó grupos de voluntarios para rescatar animales heridos y atenderlos.

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