Los diputados y senadores franceses aprobaron por unanimidad una ley especial para financiar provisionalmente el Estado, antes de la reanudación de los debates presupuestarios en enero de 2026.
Desde las elecciones legislativas anticipadas de 2024, el gobierno francés carece de mayoría absoluta y las difíciles negociaciones con la oposición ya costaron el cargo a dos primeros ministros: el conservador Michel Barnier y el centrista François Bayrou.
El texto aprobado este martes fue presentado por el gobierno luego del fracaso de las tratativas para aprobar una ley general de presupuesto para 2026.

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Esta ley especial ya había sido adoptada en diciembre de 2024, luego de la censura del gobierno de Barnier.
Este mecanismo, que ambas cámaras deben debatir la próxima semana, permite recaudar impuestos y garantizar la continuidad del Estado.
Los congresistas han tenido agitados debates para tramitar antes de fin de año la ley de presupuestos, mientras Francia, la segunda economía de la zona euro, enfrenta presiones para controlar su déficit y el aumento de la deuda.
Pero el Parlamento solo logró un acuerdo sobre una parte del presupuesto tras dos meses y medio de debates, la partida de la Seguridad Social.
Pero las diferentes visiones entre legisladores sobre la manera de sanear las endeudadas arcas públicas impidieron un consenso sobre la segunda parte: la derecha quiere compensarlo con más recortes y la izquierda aboga por aumentar los impuestos a los ultrarricos.
El primer ministro, Sebastien Lecornu, presentó entonces esta ley especial para que el Estado pueda recolectar los impuestos y pagar a los funcionarios con base en el presupuesto de 2025 a partir del 1 de enero.
Sin embargo no autoriza nuevos gastos, incluso de defensa, una de las prioridades gubernamentales debido al conflicto en Ucrania.
Lecornu había logrado una victoria parcial cuando los congresistas adoptaron el presupuesto de la seguridad social, parte del plan de gastos y el aplazamiento de una muy impopular reforma de las jubilaciones hasta 2028.
A diferencia de Estados Unidos, la ley de finanzas especiales en Francia posibilita evitar la parálisis presupuestaria y los funcionarios reciben su salario, el Estado paga las jubilaciones y se reembolsa la atención de salud.
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"Debemos lo más rápido posible, en enero, dar un presupuesto a la nación" que "deberá tener el objetivo de 5% (de PIB) de déficit y financiar nuestras prioridades", dijo el lunes el presidente francés, Emmanuel Macron.
El primer ministro reiteró este martes la necesidad de tener un presupuesto en enero, que cumpla este objetivo de déficit.
"Estoy seguro que eso es posible, si los cálculos políticos se dejan a un lado; el Parlamento asumirá sus responsabilidades, el gobierno también", añadió el jefe de gobierno.
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